No quisiera estar en el pellejo ni de Messi ni de Cristiano Ronaldo. Sobre todo ahora, que es fecha de Declaración de la Renta. Dos expertos en quiebros de cintura y quiebros fiscales.
En el caso de Messi ya hay sentencia y veremos a ver lo de Cristiano. Ya dije en este mismo espacio hace tiempo que los aficionados justifican los fraudes según el color de sus ídolos, pero no seré yo quien lo haga. La reflexión que hoy quiero hacer es que hay veces que ni la Agencia Tributaria se aclara. Les cuento.
En una ocasión una empresa me llamó para una campaña publicitaria. Solo fue hacerme una foto y usar mi imagen para la misma. Como yo estaba trabajando por cuenta ajena por aquel entonces, me dirigí a Hacienda a consultarlo. No supieron decirme.
Hasta me pasaron con un inspector (gracias a que me conocía) con el que estuve ¡¡¡una hora!!! revisando posibilidades, hasta dar con la solución más adecuada.
Otro litigio de todos los años es con SGAE, que nos tributa las liquidaciones como rendimientos del trabajo, cuando uno cobra derechos de autor estando tranquilamente en su casa sin doblar el lomo. En otra ocasión Hacienda me retuvo la devolución de la declaración porque, en una factura que hice, quien me retuvo el IRPF (el contratante) no lo había ingresado, pese a que lo mío estaba todo en orden.
Pues ahora imaginen a señores que cobran derechos de imagen procedentes de todo el mundo. El lío es tal ni el Fiscal Anticorrupción sabía si es malo tener una sociedad en Panamá. ¡Qué país!