La ansiada estabilidad política

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
19 feb 2019 / 08:00 h - Actualizado: 19 feb 2019 / 09:34 h.
"La Tostá"
  • Pedro Sánchez. / EFE
    Pedro Sánchez. / EFE

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Está bastante claro que será Pedro Sánchez el más votado en las próximas elecciones, de todos los candidatos a la presidencia del Gobierno, y no porque lo digan las encuestas sino porque se palpa en el ambiente. Donde vivo ahora, en los pinos de La Puebla del Río, hasta los zorros dicen que le van a votar. Lo que no está tan claro es si tendrá o no fácil poder formar gobierno, porque solo podrá pactar con Unidos Podemos, nacionalistas e independentistas, en vista de que Rivera ha dicho que no lo hará con él, en caso de que necesite a Ciudadanos, y lo de ponerse de acuerdo con populares y ultraderechistas no está en la hoja de ruta de ninguna de las partes. Lo más probable, pues, salvo sorpresa, es que PP, Ciudadanos y Vox, lo que llaman las derechas, sumen sus votos y tengan mayoría para sí poder formar gobierno, como ha ocurrido en Andalucía, donde, según un experto, Michavila, Vox tiene un granero de votos importante.

Puede pasar también que como la mayoría de los españoles querrá ya una estabilidad política y las derechas huelen a retraso e involución, Sánchez sea al final el que pueda gobernar, seguir en la Moncloa, aprovechando el bajón de Unidos Podemos. No descarten que sea masivamente votado el día 28 de abril, porque su popularidad ha subido como una cerveza mal tirada y, al parecer, está surtiendo efecto la labor en su propio favor de los meses en los que ha estado de presidente, con medidas sociales enfocadas en su mayoría a alimentar su proyección como político. Viendo el panorama y teniendo en cuenta lo que significaría un gobierno formado por el trío de marras, seguramente es lo mejor que podría pasarle a nuestro país, que repitiera Sánchez y con un apoyo masivo en las urnas, el suficiente para no tener que aliarse de nuevo con aquellos partidos políticos que lo hicieron presidente y que ahora lo han echado a la calle.

No es santo de mi devoción, pero es probable que tenga más apoyo que el que le dan las encuestas, porque los españoles parece que echan de menos la estabilidad política de hace alguno años.