La Tostá

La Feria de Mairena

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
22 abr 2019 / 07:46 h - Actualizado: 21 abr 2019 / 17:49 h.
"La Tostá"
  • Imagen de una de las pasadas ediciones de la Feria de Mairena del Alcor.
    Imagen de una de las pasadas ediciones de la Feria de Mairena del Alcor.

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La pereza que les da ahora a los sevillanos llevar el traje de nazareno a la tintorería y sacar del ropero el de faralaes. En Mairena del Alcor pasa lo mismo, como he comprobado durante los trece o catorce años que he vivido allí. Casi hay que sacarlos a la fuerza de sus casas para que la noche del pescaíto no se vean solos los camareros y los de los cacharritos. Esta semana se celebra una de las mejores ferias de España y la más antigua de Andalucía. No es un recinto ferial muy grande y suele estar bien organizada, porque en el Ayuntamiento, gobierne quien gobierne, se encargan de que los maireneros queden contentos. Luego que suba el desempleo o que la hierba de las cunetas llegue a las nubes. No lo digo como reproche, sino como algo positivo, porque en este pueblo hay dos cosas que son fundamentales e intocables: la Feria y Antonio Mairena. Y lo bien que les cae el traje de flamenca a las maireneras. Sí, en serio. Será por la antigüedad de la Feria, pero miras a una mujer de este pueblo vestida de faralaes y te imaginas a García Ramos y Rodríguez de Guzmán bebiendo aguardiente en el bar de Miguel Palmicha, de la emoción. Es preciso tener en cuenta que es una feria fundada en 1441, con el objeto de repoblar la zona. Bonito estaría que las maireneras no supieran llevar un traje de flamenca, con la de bailes del farol que se habrán celebrado en los años de María Castaña, cuando iban por Mairena, por lo del ganado, toreros y cantaores de fama y viajeros románticos a los que les habían hablado del comienzo de la profesionalización de las bailaoras de flamenco, que es cuando se le empieza a dar importancia al traje de flamenca. Algunas bailarinas hasta diseñaban trajes para la aristocracia o la gente de dinero, como la célebre Amparo Álvarez La Campanera, la bolera sevillana que nació en la Giralda. Vas a la Feria de Mairena y en las horas claves es como asomarse a la vega en primavera: es un mar de colores, ornamentos y volantes. Hay casetas privadas, por supuesto, pero nadie que vaya a esta feria, desde donde sea, se tiene que ir para atrás por no poder almorzar o cenar en alguna. Se cantan y se bailan sevillanas, lógicamente, aunque con un poco de suerte, pasas por la puerta de una de sus casetas y están cantando Antonio Ortega El Piíto, Morillito o Paco Morillo, El Panaero. Este año no esteré, después de ir trece seguidos, y echaré de menos, desde la distancia, el ambiente de la feria más bonita del mundo.