A la bicicleta en la ciudad ya le hemos dedicado tribunas anteriores por la importancia que tiene para una ciudad ecológica y sostenible, lo que podríamos denominar en forma simbólica una ciudad verde. Una ciudad verde es una ciudad saludable y social, concebida como un ecosistema. La circulación en bicicleta resulta esencial en este modelo de ciudad. La bicicleta es la forma de movilidad más social, ecológica y sostenible y debe ser fomentada con políticas activas y sostenidas en el tiempo, junto con la movilidad peatonal. Ambas contribuyen a la salud de los ciudadanos de dos maneras. Una, afectando directamente al usuario de la bicicleta o al peatón. Otra, cada bicicleta que vemos ayuda a disminuir la contaminación urbana, ya que es una movilidad motorizada evitada. La ciudad de Sevilla, con gran inteligencia y saber hacer, ha fomentado el uso de la bicicleta.
Sí, nuestra ciudad ha generado una importante red de carril bici (140 kilómetros) y conciliado a peatón y ciclista en una sostenible cohabitación, bajo el concepto de Hábitat Urbano, utilizado por el actual gobierno municipal. Es bueno insistir en la bondad para la salud y el bienestar que representa la bicicleta: baja el colesterol, el azúcar, al pedalear el ritmo cardíaco va en aumento y la presión sanguínea decrece, genera endorfinas, potencia el sistema inmunológico y una hora en bicicleta quema 500 calorías. Te da paz interior y buen humor, conoces gente y te socializas más, al cohabitar con el peatón aprendes a mirar con la mirada del otro. Las personas que usan la bicicleta sufren menos tristeza y trastornos psicológicos, al igual que las personas que saben pasear y disfrutar de los enclaves urbanos donde reina la convivencia y la biofilia. Con el fomento del uso de la bicicleta, el medio de transporte más social, auténtica medicina sobre ruedas, podemos conseguir ciudades más sanas, con mayor calidad de vida, más ecológicas y sostenibles.
Es muy conocido desde hace años que hay más muertos prematuros en España por la contaminación de las ciudades que por accidentes de tráfico, o por caídas de ramas de árboles. Hay sitio para todos desde la educación y la comprensión para la cohabitación del peatón y el ciclista. En muchas ciudades de Europa (Copenhague, Amsterdam, Viena, por citar algunas relevantes) la cohabitación del peatón y del ciclista es una situación normalizada sin necesidad de una red de carriles bici generalizada. La Universidad de Sevilla, comprometida con la sostenibilidad, con un plan estratégico específico de este tema incluido en su propio Plan Estratégico, a través de la Editorial Universidad de Sevilla, edita una colección de libros bajo el título global de Sostenibilidad. El biólogo especialista en movilidad sostenible Manuel Calvo Salazar escribió un libro para dicha colección denominado Movilidad Sostenible en nuestras ciudades (2013, Editorial Universidad de Sevilla, Colección de Sostenibilidad, 3) donde se trata el tema de la importancia de la bicicleta en la ciudad como parte esencial de la ciudad ecológica. Por cierto, el Plan de Bicicleta 2016-2020 de la Ciudad de Sevilla lo redactará un equipo dirigido por Manuel Calvo Salazar, una excelente noticia para la ciudad.
Un importante avance para esa ciudad verde que queremos alcanzar, donde la vida sea un valor en todas sus dimensiones, con respeto para plantas, animales y personas. Una ciudad verde debe dar cabida a todas las sensibilidades, en caso contrario no lo es; es otra cosa que no queremos. Al final de esta primavera, la Editorial Universidad de Sevilla ha editado otro número de la colección de Sostenibilidad. Su título es La importancia de la bicicleta. Un análisis del papel de la bicicleta en la transición hacia una movilidad urbana más sostenible (2017, Editorial Universidad de Sevilla, Colección de Sostenibilidad, 4) y su autor es Ricardo Marqués Sillero, catedrático de Física de la Universidad de Sevilla, con seguridad uno de los mayores expertos europeos en el tema de la bicicleta y la ciudad. Ya hemos comentado en algunos foros que Ricardo Marqués se merece una estatua en algún lugar de Sevilla montado en bicicleta, por lo que ha luchado desde décadas para que la bicicleta sea una seña de identidad de las ciudades y muy concretamente de Sevilla. Todo un ejemplo de constancia, rigor y ciudadanía. El libro de Ricardo Marqués, en su contraportada, expone la esencia del libro: este libro analiza las razones por las que la bicicleta está volviendo a las ciudades de todo el mundo como un elemento imprescindible para resolver y superar la crisis del modelo dominante de movilidad urbana, basado en un abuso del automóvil privado, con sus conocidas secuelas de congestión, contaminación, degradación, del espacio urbano, de la salud pública y de la calidad de vida.
Esta indicación de la perspectiva de análisis que persigue el libro es una clara invitación a su lectura. Una lectura esencial para todos: gobernantes y ciudadanos, ciclista y aquellos ciudadanos que no utilizan este modo de movilidad esencial, también para los detractores; especialmente recomiendo el libro para los detractores de la bicicleta y también de las peatonalizaciones. Actualmente que el Ayuntamiento anuncia nuevos proyectos de peatonalización ya hay profetas del desastre que esto representa para la ciudad, cuando es todo lo contrario, ya que tanto bicicletas como peatonalizaciones representan salud para la ciudadanía, además de otros valores esenciales.
El libro esencial de Ricardo Marqués, en sus claras y didácticas 199 páginas, nos invita a un paseo conceptual y existencial por el tema, lleno de una gran carga experimental del autor sobre el tema, junto con un profundo y lúcido análisis. Resultan de lectura esencial los siguientes capítulos, aunque todo el libro lo es: El papel de la bicicleta en la movilidad urbana, La integración de la bicicleta en la movilidad urbana y Sevilla, una experiencia de éxito con matices. Un análisis profundo, sincero y científico del problema de la ciudad y su movilidad, de la ciudad y la bicicleta, en definitiva de la ciudad y la vida. Invitamos a todos los ciudadanos, y especialmente a los que tienen responsabilidad en las ciudades y su gestión, a que lean y mediten este libro esencial para la ecología urbana, escrito por el mayor experto sobre el tema. Todo un lujo para esta ciudad y su futuro.
A la bicicleta en la ciudad ya le hemos dedicado tribunas anteriores por la importancia que tiene para una ciudad ecológica y sostenible, lo que podríamos denominar en forma simbólica una ciudad verde. Una ciudad verde es una ciudad saludable y social, concebida como un ecosistema. La circulación en bicicleta resulta esencial en este modelo de ciudad. La bicicleta es la forma de movilidad más social, ecológica y sostenible y debe ser fomentada con políticas activas y sostenidas en el tiempo, junto con la movilidad peatonal. Ambas contribuyen a la salud de los ciudadanos de dos maneras. Una, afectando directamente al usuario de la bicicleta o al peatón. Otra, cada bicicleta que vemos ayuda a disminuir la contaminación urbana, ya que es una movilidad motorizada evitada. La ciudad de Sevilla, con gran inteligencia y saber hacer, ha fomentado el uso de la bicicleta.
Sí, nuestra ciudad ha generado una importante red de carril bici (140 kilómetros) y conciliado a peatón y ciclista en una sostenible cohabitación, bajo el concepto de Hábitat Urbano, utilizado por el actual gobierno municipal. Es bueno insistir en la bondad para la salud y el bienestar que representa la bicicleta: baja el colesterol, el azúcar, al pedalear el ritmo cardíaco va en aumento y la presión sanguínea decrece, genera endorfinas, potencia el sistema inmunológico y una hora en bicicleta quema 500 calorías. Te da paz interior y buen humor, conoces gente y te socializas más, al cohabitar con el peatón aprendes a mirar con la mirada del otro. Las personas que usan la bicicleta sufren menos tristeza y trastornos psicológicos, al igual que las personas que saben pasear y disfrutar de los enclaves urbanos donde reina la convivencia y la biofilia. Con el fomento del uso de la bicicleta, el medio de transporte más social, auténtica medicina sobre ruedas, podemos conseguir ciudades más sanas, con mayor calidad de vida, más ecológicas y sostenibles.
Es muy conocido desde hace años que hay más muertos prematuros en España por la contaminación de las ciudades que por accidentes de tráfico, o por caídas de ramas de árboles. Hay sitio para todos desde la educación y la comprensión para la cohabitación del peatón y el ciclista. En muchas ciudades de Europa (Copenhague, Amsterdam, Viena, por citar algunas relevantes) la cohabitación del peatón y del ciclista es una situación normalizada sin necesidad de una red de carriles bici generalizada. La Universidad de Sevilla, comprometida con la sostenibilidad, con un plan estratégico específico de este tema incluido en su propio Plan Estratégico, a través de la Editorial Universidad de Sevilla, edita una colección de libros bajo el título global de Sostenibilidad. El biólogo especialista en movilidad sostenible Manuel Calvo Salazar escribió un libro para dicha colección denominado Movilidad Sostenible en nuestras ciudades (2013, Editorial Universidad de Sevilla, Colección de Sostenibilidad, 3) donde se trata el tema de la importancia de la bicicleta en la ciudad como parte esencial de la ciudad ecológica. Por cierto, el Plan de Bicicleta 2016-2020 de la Ciudad de Sevilla lo redactará un equipo dirigido por Manuel Calvo Salazar, una excelente noticia para la ciudad.
Un importante avance para esa ciudad verde que queremos alcanzar, donde la vida sea un valor en todas sus dimensiones, con respeto para plantas, animales y personas. Una ciudad verde debe dar cabida a todas las sensibilidades, en caso contrario no lo es; es otra cosa que no queremos. Al final de esta primavera, la Editorial Universidad de Sevilla ha editado otro número de la colección de Sostenibilidad. Su título es La importancia de la bicicleta. Un análisis del papel de la bicicleta en la transición hacia una movilidad urbana más sostenible (2017, Editorial Universidad de Sevilla, Colección de Sostenibilidad, 4) y su autor es Ricardo Marqués Sillero, catedrático de Física de la Universidad de Sevilla, con seguridad uno de los mayores expertos europeos en el tema de la bicicleta y la ciudad. Ya hemos comentado en algunos foros que Ricardo Marqués se merece una estatua en algún lugar de Sevilla montado en bicicleta, por lo que ha luchado desde décadas para que la bicicleta sea una seña de identidad de las ciudades y muy concretamente de Sevilla. Todo un ejemplo de constancia, rigor y ciudadanía. El libro de Ricardo Marqués, en su contraportada, expone la esencia del libro: este libro analiza las razones por las que la bicicleta está volviendo a las ciudades de todo el mundo como un elemento imprescindible para resolver y superar la crisis del modelo dominante de movilidad urbana, basado en un abuso del automóvil privado, con sus conocidas secuelas de congestión, contaminación, degradación, del espacio urbano, de la salud pública y de la calidad de vida.
Esta indicación de la perspectiva de análisis que persigue el libro es una clara invitación a su lectura. Una lectura esencial para todos: gobernantes y ciudadanos, ciclista y aquellos ciudadanos que no utilizan este modo de movilidad esencial, también para los detractores; especialmente recomiendo el libro para los detractores de la bicicleta y también de las peatonalizaciones. Actualmente que el Ayuntamiento anuncia nuevos proyectos de peatonalización ya hay profetas del desastre que esto representa para la ciudad, cuando es todo lo contrario, ya que tanto bicicletas como peatonalizaciones representan salud para la ciudadanía, además de otros valores esenciales.
El libro esencial de Ricardo Marqués, en sus claras y didácticas 199 páginas, nos invita a un paseo conceptual y existencial por el tema, lleno de una gran carga experimental del autor sobre el tema, junto con un profundo y lúcido análisis. Resultan de lectura esencial los siguientes capítulos, aunque todo el libro lo es: El papel de la bicicleta en la movilidad urbana, La integración de la bicicleta en la movilidad urbana y Sevilla, una experiencia de éxito con matices. Un análisis profundo, sincero y científico del problema de la ciudad y su movilidad, de la ciudad y la bicicleta, en definitiva de la ciudad y la vida. Invitamos a todos los ciudadanos, y especialmente a los que tienen responsabilidad en las ciudades y su gestión, a que lean y mediten este libro esencial para la ecología urbana, escrito por el mayor experto sobre el tema. Todo un lujo para esta ciudad y su futuro.
Manuel Enrique Figueroa Clemente es catedrático de Ecología y director de la Oficina de Sostenibilidad de la Universidad de Sevilla.