Ha sido muy desagradable todo lo que ha ocurrido con José Luis Ortiz Nuevo en la Bienal, pero eso no justifica que ahora, El Poeta se quiera marcar una obrita de teatro para protestar. Con él de cómico principal, claro, porque es su verdadera vocación, la de cómico flamenco. No me hace ninguna gracia, sinceramente, y prefiero al Ortiz Nuevo investigador y escritor, que al cómico que pretende ser desde hace años, como si cómico pudiera serlo cualquiera. Apostó por su regreso a los mandos del festival sevillano y no le salió bien, luego tendría que haber aceptado el desastre y dedicarse a otra cosa, en vez de patalear de esa manera tan poco digna si tenemos en cuenta su carrera. Sí, porque esa obrita que va a presentar, La verdad salió perdiendo, como protesta por el fiasco, no va a servir para otra cosa que para seguir dañando la imagen de la Bienal, bastante dañada ya y no precisamente por su culpa. Pero extraña que sea este hombre el que esté inmerso en estos líos tan poco serios, porque se supone que, al ser el padre de la hermosa criatura, es el que más quiere a la Bienal.