Pasa la vida

Lo que necesita Andalucía no es ni de derechas ni de izquierdas

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Juan Luis Pavón juanluispavon1
30 dic 2018 / 08:38 h - Actualizado: 30 dic 2018 / 14:10 h.
"Pasa la vida"
  • Lo que necesita Andalucía no es ni de derechas ni de izquierdas

El mensaje del Rey en Nochebuena fue un apremiante llamamiento a preservar la convivencia como gran patrimonio político nacional, y a convertir a los jóvenes en la madre de todas las prioridades económicas y sociales. Mucho antes de su llegada al trono, precipitada por los excesos de su padre y de su cuñado, es consciente de la profunda erosión que padece la democracia española. Con los partidos decepcionando por activa y por pasiva. Con amplias capas de la población viviendo de modo permanente en condiciones de precariedad. Y las tendencias internacionales no son favorables para remolcarnos. El modelo socioliberal de bienestar y concordia pluralista está debilitado por su falta de adaptación a las múltiples interdependencias sin fronteras que marcan la pauta en el siglo XXI. Y sufre el auge de los populismos irreflexivos que remueven rencores, frustraciones y miedos para conformar identidades a la contra, distraer la atención con chivos expiatorios y agitar el señuelo de los salvapatrias. Ese es el contexto en el que Andalucía, que arrastra muchos factores de riesgo por estar en el furgón de cola de la prosperidad euroccidental, se toma las uvas para abocarse al 2019. Y ni el espíritu navideño de la confraternización ni la apelación del Jefe del Estado a la concordia han podido abrirse paso en el Parlamento andaluz durante la sesión inaugural de la nueva legislatura. Andalucía ha iniciado el invierno a pleno sol pero el escenario político es un barrizal de lucha por ser poder y contrapoder.

En puertas de una probable alternancia en la Junta de Andalucía, que todos interpretan no como Administración Pública sino como la gran empleadora y contratadora para cobrar a final de mes, el ambiente es de trincheras, camarillas, postureos y decisiones para abonarse durante cinco meses a gobernar y opositar por y para las elecciones municipales de mayo. Por eso es aún más imprescindible que desde la sociedad civil, y desde el periodismo con vocación de servicio a la ciudadanía, se haga ver a sus señorías y a sus adláteres que lo que verdaderamente necesita Andalucía no es ni de derechas ni de izquierdas. Necesita un GPS (Sistema de Posicionamiento Global) de última generación, programado con los códigos, modelos y señales de los talentos andaluces de tres generaciones que viven a diario las claves del mundo de hoy y de los próximos 20 años. Y que están hartos del desnortamiento en el que están empecinados en su tierra los partidos, los estamentos corporativos y los medios de información.

Ya hay muchos síntomas preocupantes de que en el seno de PSOE, PP, Ciudadanos, Podemos-IU y Vox, y sus respectivos grupos de influencia, hay quienes desean enredarnos en planteamientos obsoletos y en debates anticuados. Cuando lo que necesita Andalucía es un rumbo y un método para ser capaz de alcanzar en una primera etapa el promedio de renta, empleo y prestaciones sociales de riojanos, aragoneses o cántabros, y en una segunda fase llegar a tener el de la mayoría de los franceses o alemanes. La gran mayoría de los andaluces, voten a quien voten en elecciones generales, autonómicas o municipales, quieren para sus familias y en sus barrios el desarrollo y las oportunidades que en los países de referencia en Escandinavia y Centroeuropa se basan en criterios y políticas tan compartidos desde hace un siglo que no son ni de derechas ni de izquierdas. Para introducir datos en ese GPS andaluz, pongo algunos ejemplos:

La Educación Pública de calidad para todos es la columna vertebral de las sociedades francesa, alemana, sueca,... Eso no está en discusión. No es de 'derechas' ni de 'izquierdas'. En dichos países causarían hilaridad los argumentarios que usan 'conservadores' y 'progresistas' andaluces sobre el modelo educativo. Si Juan Manuel Moreno va a ser presidente de la Junta, lo que necesita Andalucía es que gobierne la Educación como Angela Merkel, no como Esperanza Aguirre.

La Investigación y la Innovación son los pilares del desarrollo también en sociedades que históricamente se han sentido periféricas o dominadas, como la danesa y la estonia. El desdén y la ignorancia que ejercen 'derechas' e 'izquierdas' españolas y andaluzas sobre la ciencia sería recusado desde todos los sectores de dichas naciones. Si PP y Ciudadanos van a cogobernar, lo que necesita Andalucía es que secunden a sus colegas en los grupos del Parlamento Europeo. Como el estonio Andrus Ansip, actual vicepresidente de la Comisión Europea, que fundó en su país el Partido Reformista, llegó a ser durante nueve años primer ministro y lideró la extraordinaria modernización y crecimiento de su economía basada en la innovación. O como el danés Tommy Ahlers, nombrado ministro de Universidades, Ciencia y Tecnología en el gobierno del partido liberal-conservador Venstre, tras su exitosa trayectoria como fundador e inversor de startups.

La mayoría de los andaluces que han votado a Vox quieren vivir las libertades de los escandinavos, no las restricciones que constriñen a los húngaros. Igualmente, la mayoría de los votantes de Izquierda Unida y Podemos desean el ecologismo austriaco, no el venezolano. Y la mayoría de los votantes del PSOE quieren la ejemplaridad, eficiencia y austeridad en la función pública que se estila en Finlandia con gobiernos conservadores.

Los militantes y los simpatizantes de los cinco partidos con representación parlamentaria deben exigir a sus cúpulas dirigentes que no desorienten a los andaluces con una dialéctica trasnochada, con políticas caducadas, con victimismos sobrevenidos y con purgas indiscriminadas. Que lean a políticos de diverso signo pero con altura de miras y mucha experiencia, como Javier Rupérez, Manuel Pimentel, Ramón Jáuregui y Nicolás Sartorius. Y, si no es mucho pedir a los Reyes Magos, también a filósofos, historiadores, educadores y escritores como Emilio Lledó, Javier Gomá, Carmen Iglesias, Aurelio Arteta, Adela Cortina, José Antonio Marina, Carmen Pellicer, Antonio Muñoz Molina,... Hallarán importantes coincidencias.

Hace falta ilustrarse. Hace falta convivencia. Y hace falta que Andalucía se marque un objetivo común gracias al GPS de sus mejores jóvenes.