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Excelencia Literaria

Mamá, quiero ser youtuber

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08 may 2019 / 12:44 h - Actualizado: 08 may 2019 / 12:45 h.
"Excelencia Literaria"
  • Mamá, quiero ser youtuber

Los niños ya no quieren ser futbolistas, pilotos, princesas ni enfermeras. Entre sus ídolos no están ni Superman ni CR7. Se han olvidado de jugar a los bomberos, a policías y ladrones, a las tiendas, a mamás y a papás. Ahora todos aspiran a ser youtubers.

Como joven testigo de esta fiebre, me pregunto de qué recursos gozan los youtubers de los que el resto carecemos. Reconozco que, en un mundo donde aburrirse parece estar prohibido, sus canales ofrecen entretenimiento gratis y heterogéneo, una forma de evasión fácil y pasiva. Ellos saben que su trabajo es como echar pan a las palomas.

Muchos padres se lamentan de que sus hijos sigan el ejemplo de los youtubers. En vez de perder el tiempo en desencuentros familiares centrados en este asunto, deberían tratar de amoldarse a la realidad. Es decir, mostrar interés por las preferencias de sus niños, invitarles a consumir cierto contenido —o a dejar de hacerlo—, informarse sobre las tendencias que acaudillan a los millennials, etc. Así descubrirían que esta plataforma no es tan necia como se comenta, ni mucho menos.

La variedad de canales que ofrecen las redes es casi infinito: los hay didácticos, musicales, creativos y espirituales, entre otros muchos. Además, es llamativo lo nutritivos que pueden llegar a ser determinados vídeos. Lo cierto es que YouTube es un orbe de colores, formas y texturas, donde conviven desde maestros del arte —como Antonio García Villarán y Jaime Altozano—, hasta sacerdotes y monjas —entre los que destacan Smdani y Xiskya—.

La de YouTube es una fiebre justificada en la que, de una forma u otra, los autodenominados «creadores de contenido» también contribuyen al bienestar de la sociedad. Tal vez deberíamos perder el miedo a escuchar eso de: «Mamá, ¡quiero ser youtuber!».

María Pardo
Ganadora de la XIV edición
www.excelencialiteraria.com