Ser el único club que cuenta con cuatro títulos de campeón de la Copa de la UEFA/Europa League abre, aún más si cabe, las puertas de la leyenda al Sevilla. En menos de una década se ha convertido en uno de los grandes protagonistas del mundo del balompié. Y no, esto no es flor de un día; es fruto de muchas, muchas horas de trabajo, de acierto, de saber navegar en las tempestades y vivir los éxitos con la suficiente humildad e inteligencia como para no dormirse en los laureles. El sevillismo vuelve a estar de enhorabuena. Por segundo año consecutivo. Y menos mal que decían que éste era «un proyecto a tres años»...
Entre las personas que pronunciaron esas palabras estaba Monchi. Un tipo honesto, sentimental, al que duelen las cosas cuando la crítica es injusta y al que sólo su corazón, donde está grabado a fuego el escudo del club, retiene aquí.
Monchi nunca tendrá el reconocimiento que merece. Días atrás salió a la luz la falta de acuerdo con el club para mejorar su contrato. En el mundillo del fútbol muchos se sorprenden de lo que gana. Su lista de aciertos es tan grande que, comparada con la de otros colegas, le convierte en impagable. Todo lo que se le dé está bien empleado. Monchi se lo ha ganado.
Como Unai Emery. Da la sensación de que tiene un pie fuera del Sevilla. Su resistencia a confirmar que seguirá da que pensar. Bueno, eso y el interés de clubes muy poderosos. Personalmente, uno entiende que haya que negociar, que se defienda cada euro, pero... ¿debe el Sevilla forzar la máquina con Monchi y Emery? ¿Qué puede ganar? ¿Ahorrarse cantidades que luego gastará en algún futbolista que no rinda? No dar a Monchi y Emery lo-que-haga-falta sería un error histórico. José Castro ha sabido llevar la nave. Él y su consejo tienen mucha culpa de los éxitos. Pero conquistar un nuevo título quizá no sería su mayor logro. Y apúrenme: ni siquiera ir a la Champions (con lo que ello supone a nivel económico). Su gran éxito, y los hechos lo recalcan una vez más, sería seguir teniendo en el Sevilla a un director deportivo como Monchi y a un técnico como Emery. Así que no se duerman. Si ellos quieren irse, se irán, pero que por el Sevilla no quede.