Los profesores Hart y Holmstróm han recibido el Premio Nobel de economía por sus trabajos sobre la Teoría de los Contratos. Se ha premiado tanto la generación de nuevos conocimientos, como los avances logrados en el campo de la metodología de investigación. Un contrato empresarial, visto desde el análisis económico, establece, de un lado, los riesgos e incentivos que asumen los firmantes y los equilibrios entre esas dos variables, y, de otro, los límites de la empresa. Hablaremos hoy del primer campo y dejaremos para el próximo domingo el segundo.
Algunas de las aportaciones más sugestivas realizadas en este primer campo se hallan en la investigación de los «contratos de incentivos», y ello en el sector público y en el privado. Se trata de saber cómo la empresa motiva mejor tanto a sus empleados, como a sus accionistas, clientes y proveedores. Con la utilización de los llamados «contratos de cooperación» se puede conseguir equilibrar riesgos con incentivos para llegar, v. gr., a una mejor correlación entre incentivos para directivos y profesionales (bonus) y mejora de las rentas de los accionistas. La fijación de unas reglas que equilibren riesgos e incentivos, permite aumentar la confianza de las empresas y del sistema económico en su conjunto. Diseñar una metodología de trabajo, para el Sector Empresarial privado y para el Sector Público, es el objetivo. Algunos daños derivados de la crisis del sistema financiero podrían haberse disminuido con la normalización en la toma de decisiones racionales por las empresas.