Parados de pega

Las estadísticas de desempleados en nuestro país necesitan con urgencia una revisión. En las listas de este paro que llaman «estructural» resulta evidente que no son todos los que están

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11 nov 2017 / 23:25 h - Actualizado: 11 nov 2017 / 22:45 h.
  • Parados de pega

El Ministerio de Empleo y los organismos estadísticos oficiales hacen periódicamente sus números y mensualmente, trimestralmente o con la periodicidad que estiman oportuno publican las cifras del paro en nuestro país. Con el fin de la temporada estival, una temporada que por cierto ha batido récords en el turismo, el mercado laboral se ha resentido en el sector servicios, mientras que el mayor número de afiliaciones a la Seguridad Social se produjo en el sector de la educación coincidiendo con el inicio del curso escolar y la necesidad de contratar docentes.

Así un año tras otro, los datos, tendencias, extrapolaciones, estimaciones e interpretaciones de las cifras nos van dibujando un panorama optimista o pesimista, según sea el caso, de la situación del empleo en el país. Cuántas veces he oído en los últimos tiempos que la recuperación económica está reduciendo el número de parados pero que el empleo que se crea es mayoritariamente temporal y precario. En fin. Hace unos días nos dijeron que en octubre el paro subió en 56.844 personas (nuevos desempleados registrados en las oficinas de los servicios púbicos de empleo) mientras que la Seguridad Social ganó 94.368 nuevos afiliados. No vamos a entrar en valoraciones de estos datos, porque cada cual (Gobierno, sindicatos, empresarios?) los interpreta según sus intereses. El caso es que la cifra total de parados ronda los 3.467.000, el nivel más bajo de los últimos ocho años y muy lejos de aquellos más de seis millones que representaron un nefasto récord de la crisis económica que aún tratamos de dejar atrás.

Pero lo que a mí me trae de cabeza y que me hace pensar que los organismos públicos debieran destinar parte de sus recursos a una investigación profunda del asunto es que, llámenme escéptica, no creo lo más mínimo en la veracidad de esas cifras. Pero nada, vamos. Me voy a explicar no vayan a entender que pongo en duda el rigor y la transparencia de la Administración: conozco a mucha gente que está apuntada como demandante de empleo y entre sus planes no figura ni mucho menos aceptar el primer trabajo que les ofrezcan por improbable que esto resulte.

Bueno, voy a rectificar, no serán muchas, pero sí bastantes, diría yo. Y sólo con que cada español conozca a unas cuantas? esas cifras no están bien. Ejemplo: el chico o la chica titulados que viven en casa de sus padres y preparan oposiciones y que incluso rechazan las ofertas de trabajo (estables o no) que les hacen porque quieren concentrarse en sacar las pruebas. Están apuntados al paro, ¿pero deberían contar como parados? ¿Y las amas de casa? Por decenas. Registradas en las oficinas como demandantes de empleo («por lo que pueda pasar» y pensando en posibles beneficios o subsidios que exijan una cierta antigüedad en el paro), no tienen la más mínima intención (ni formación suficiente) de ponerse a trabajar, pero engrosan las listas de nuestro llamado «paro estructural».

En serio, agradecería que la próxima vez el Ministerio de Empleo, en vez de los datos de siempre, me ofreciera una estadística que ilustrara de forma fiable este fenómeno. No sería tan difícil, porque fichados están. No me interpreten mal. Respeto los motivos y las intenciones de cada cual. Sólo desearía una perspectiva mucho más clarificadora del país en el que vivo en el terreno laboral. Y no me detengo en los listos que cobran subsidios y trabajan en negro (y en quienes los emplean) porque ese también es un terreno de arenas movedizas. Entre que se saltan las leyes y que vete tú a saber cuántos no llegan ni al salario mínimo juntando los dos ingresos? ahí tenemos demasiada tela que cortar.

Lo dicho. Señores del ministerio. No estaría de más que emplearan sus poderosas herramientas estadísticas para mostrarnos de verdad en qué, cómo y quién trabaja en este país. Las listas de desempleados y afiliados a la Seguridad Social ya les digo yo que no reflejan toda la verdad verdadera.