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Polonia redime a ancianos de Sevilla

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Juan Luis Pavón juanluispavon1
07 jun 2018 / 22:07 h - Actualizado: 07 jun 2018 / 22:08 h.
"Pasa la vida"

Quien esté en Sevilla entre el viernes 8 y el domingo 10 de junio y quiera salir de casa para disfrutar con una experiencia inusual y emocionante, tiene en el Teatro Lope de Vega una mucho mejor y más intensa que cualquier alternativa de película sentimental en los multicines. Cada uno de estos tres días se representa un espectáculo que aúna la genial locura de ‘El Rey Lear’ de Shakespeare y la mejor música de ópera de Verdi, y en el que ancianos del asilo de la Caridad y otros de la residencia de la Fundación Doña María participan, con gran protagonismo en el escenario, en conjunción con la Orquesta del Conservatorio Superior de Música y la Universidad de Sevilla, niños del Taller de Teatro del Colegio de los Padres Blancos, alumnos del Conservatorio de Danza, integrantes del Coro de la Asociación de Amigos de la Ópera, actores como Néstor Barea y cantantes como la soprano Berna Perles, que ha triunfado en el Maestranza. No se lo pierdan. Recomendable para públicos de 9 a 99 años.

Créanselo: los cortesanos y cortesanas del rey en esta síntesis de teatro y ópera son numerosas personas como poco septuagenarias que jamás, ni en sus años mozos, y menos aún ahora, dependientes de un asilo, habían imaginado que la sociedad les iba a dar la oportunidad de estar en un escenario tan prestigioso como el del Lope de Vega, ensayar varios días junto a artistas como los citados, y participar con ellos las tres jornadas, teniendo delante a un público como el de cualquier noche de estrellas en cartel. Vibrantes los testimonios que nos confesaban a bote pronto, durante una pausa en los ensayos, media docena de las señoras que actúan en “La voz de los excluidos: buscando al rey’. Imposible no aplaudir la espontaneidad con la que transmitían su verdad. Porque su entusiasmo está muy por encima de lo que hayan podido sentir un José Sacristán o una Concha Velasco en cualquier momento de sus carreras artísticas.

Y lo más sorprendente de esta formidable iniciativa cultural y social, en la que participan numerosas entidades sevillanas, es su impulsor y organizador: Polonia. El Instituto de Cultura Polaca y la Fundación Jutropera, creando en varias ciudades de Europa el mismo y admirable maridaje que el prestigioso director Michal Znaiecki estrenó en 2016 en Wroclaw cuando esta ciudad fue capital cultural europea. Lo que están haciendo en Sevilla es para sacarlos a hombros. Una locura maravillosa. Un referente que secundar todos los años, en todos los barrios y a todas las edades.