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Por la puerta de atrás, ¡qué pena, Deulofeu!

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27 abr 2015 / 18:09 h - Actualizado: 28 abr 2015 / 18:11 h.
"Deportes","Sevilla FC","El Descuento","Deulofeu"

El partido de ayer fue lo suficientemente plácido como para que Unai Emery diese minutos a los menos habituales dentro de las rotaciones que obliga el exigente calendario que el equipo viene soportando y que tendrá que seguir aguantando, a Dios gracias, de aquí al final de Liga. Pero hubo quien no sólo no supo aprovechar su oportunidad sino, lo que es peor, la utilizó para darle la razón al entrenador. La próxima vez que pregunte Deulofeu por qué no juega, que se acuerde del partido ante el Rayo. Según su entrenador, que no quiso hacer sangre, no estuvo cómodo. Yo añadiría que no tuvo ganas, o que no quiso. Lo que a usted más le guste. Y créame, es una pena. Hasta hace unos meses era catalogado como una de las perlas del fútbol español. Llamado, además, a ser un futbolista de referencia en la Selección donde incluso llegaron a hacerle debutar con la absoluta. Luis Enrique se deshizo de él por estas cosas, por pecar de excesiva individualidad en el juego y sobre todo, por falta de actitud. Pues de aquí se va a marchar acentuando esos defectos. La grada del Ramón Sánchez-Pizjuán fue dura con el jugador criado en La Masía, que por lo que veo, ya piensa más en el año que viene que en lo que le resta por estar aquí. Se equivoca. Aún tiene por delante un tramo precioso para demostrar que todos se equivocan y que es ese futbolista que todos esperan. Además, sería muy torpe por su parte salir por la puerta de atrás. El escaparate del Sevilla puede ser tan positivo como negativo. Los focos alumbran demasiado en Nervión y sólo pensar la oportunidad que podría suponer el reto de ser campeón en Europa con este equipo tendría que tenerle sin dormir. Sí, ya lo sé. Se ha criado en can Barça y allí están acostumbrados a ganar, pero debería saber también que si no quiere acabar jugando en cualquier equipo catalán de segunda línea, tiene que ponerse las pilas. Tiempo le queda, ¡aprovéchelo!