La prima de riesgo es muy útil para los inversores en renta fija, aunque no suponga un dato objetivo sino subjetivo, ya que la misma mide la opinión del mercado con respecto a la fiabilidad de un país para hacer frente a su deuda.
No supone un análisis frío de la realidad de cada país, sino el resultado de las emociones de la masa inversora en cada momento. Por ello, tampoco hay que dejarse llevar siempre por las emociones cuando estas priman sobre la razón y los precios en los mercados alcanzan niveles en los que no se refleja el valor real de las cosas, y, en este caso, son los inversores que actúan racionalmente los que obtienen beneficios de esas situaciones.
Cada inversor debe decidir si la cifra es justa o exagerada, y si cree que es exagerada lo que debe hacer es actuar en contra de la mayoría del mercado que por otra parte, en muchas ocasiones es la alternativa más sensata y prudente.
Estos días en nuestro país estamos viviendo momentos de incertidumbre y confusión en el panorama político, esto está afectando a la evolución de nuestra prima de riesgo, también denominada riesgo país. La inestabilidad política afecta a la estabilidad económica directamente y por lo tanto aumenta el riesgo de impago y es por ello que aumenta la prima de riesgo.
En el caso de Italia sucede algo semejante, en estos momentos en los que la situación política está inestable, el riesgo país aumenta y al Estado le cuesta más financiarse ya que los inversores de renta fija prefieren prestar su dinero a países con mayor fiabilidad.