Qué bien se está aquí

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07 abr 2017 / 21:23 h - Actualizado: 07 abr 2017 / 21:23 h.
"Cofradías","Pareja de escoltas"

Maestro, ¡Qué bien se está aquí! vamos a hacer tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías...» La cita del evangelio de San Marcos –que revela el Gran Poder de Dios en su transfiguración en el monte Tabor– vino al pelo en la mañana luminosa del Viernes de Dolores en medio de esa algarabía que hace presentir que se acerca algo grande. Las dos puertas grandes de San Lorenzo franqueaban el aire nuevo y recortaban el misterio teatral, casi operístico de la Bofetá en el contraluz. Las naves de la parroquia –con la Virgen del Dulce Nombre en el presbiterio y la Soledad en besamano– eran una prolongación de la plaza, reconvertida en ágora pero también en antesala de esa casa del Señor al que ofrecemos lo que nos dio y no quitó la vida. ¡Señor, qué bien se está aquí! La ciudad se preparaba para ese milagro anual que nos lleva a aparcarlo todo durante siete días. Una semana gozosa pero también intimista que nos conduce a los pies de las imágenes y sus canastos poderosos pero –también– a las caras y las manos que un día les rezaron. La Semana Santa es ese tesoro hermoso y heredado que algunos manosean y quieren convertir en mercancía. Pero tampoco importa: nunca podrán arrebatarnos esa ilusión infantil que rebrota en estas mañanas frescas a la vez que espiamos el cielo y acariciamos esa túnica que un día, no sabemos cuándo, nos vestirán para rendir cuentas ante el único Maestro. ~