Todo por España

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10 oct 2017 / 22:54 h - Actualizado: 10 oct 2017 / 22:55 h.
"Fin de pista"

La voz ronca del Rey que no reinó aún resuena en la memoria de aquellos años irrepetibles: «Majestad: por España, todo por España...». El sencillo y breve acto organizado en la Zarzuela –hace ya más de 40 años– no podía esconder la emocionante grandeza del momento. Juan Carlos I era rey de hecho pero aún le faltaba el derecho dinástico que sólo podía otorgar la abdicación –no fue otra cosa– de don Juan III. Pero al monarca que viajó de la ley a la ley quizá le restaba una última legitimidad que llegó de forma indeseada. Fue el 23 de febrero de 1981 y el resto está en la historia.

Felipe VI reunió en su corona todos esos derechos en una España que se parecía muy poco a la de 1975. Y seguro, segurísimo, que nunca quiso pronunciar el discurso que acabó dando la vuelta a los acontecimientos más graves que había sufrido este país desde el golpe de Tejero, Armada y Milans. La breve y concisa intervención del monarca deslegitimó de un plumazo el alzamiento de Puigdemont y el resto de la tropa más allá de la farragosidad de las leyes o el famoso artículo 155. La aparente –y exasperante– impasibilidad de Rajoy ha hecho el resto para dejar que el monstruo se devore solo ante la catarata de acontecimientos y, ojo, la hermosa reacción de esa tercera España que se abriga sin complejos con la bandera rojigualda -manoseada por la clase política- que se timbra con la corona real y el blasón de los cinco reinos. Volvemos a las palabras del Conde de Barcelona aquel 14 de mayo de 1977: ¡Viva España! ¡Viva el Rey!