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Una pifia Real

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04 dic 2015 / 19:19 h - Actualizado: 05 dic 2015 / 21:29 h.
"Fútbol","Derecho para todos"
  • Una pifia Real

Qué importancia tienen las formalidades! Qué necesarias para garantizar la justicia material. Qué poca atención merecen en ocasiones, y qué vergüenza y desolación se pasa cuando algo tan aparentemente insignificante echa a perder un buen y riguroso trabajo. Algo así estarán pensando en el Real Madrid con el patinazo legal que se pueden pegar tras la inclusión de un jugador sancionado en su primer partido de la Copa del Rey ante el Cádiz CF. Recordemos que Cheryshev, que así se llama este jugador ruso que militó en el Sevilla FC hace algunas temporadas sin mucha suerte ni presencia, fue sancionado la temporada pasada en la competición mencionada cuando jugaba en las filas del Villarreal. Las amonestaciones (tarjeta amarillas) acarrean un partido de sanción (prohibición de jugar), que deberá cumplirse en el siguiente encuentro que dispute el club al que pertenezca el jugador, ya sea en esa o en siguientes temporadas. Esto es muy común en el mundo del fútbol, donde los traspasos y las sanciones están a la orden del día, y estas pueden darse en competiciones nacionales o internacionales en las que el jugador comparezca con su club o con su selección. A modo de anécdota cabe recordar que Zidane se retiró del fútbol sancionado por su expulsión de la final del mundial que disputó con Francia en 2006, cuando pertenecía al Real Madrid.

Para controlar y cumplir reglamentariamente con las sanciones impuestas en los partidos, los clubes tienen sus propios departamentos, delegados o profesionales que están al tanto de dichas cuestiones, y el Real Madrid no es una excepción. Debían estar al tanto de la sanción del jugador y evitar que este participase el pasado miércoles ante el Cádiz, partido que no sólo disputó, sino en el que además marcó el primer gol. Con semejante osadía o despiste, el Real Madrid se expone a perder la eliminatoria ante el equipo gaditano y olvidarse de la Copa del Rey la presente temporada. Esto supone una pérdida económica seria para el equipo de Chamartín, habituado a llegar a las rondas finales de este campeonato y a ingresar por ello en cada uno de los partidos disputados, lo cual prevé cada año en sus presupuestos. Pero por encima de lo económico (en lo que el equipo de la capital no pasa gran necesidad) está el ridículo ofrecido a nivel institucional, de trascendencia mundial (dada la relevancia del equipo en el panorama internacional) y que no llega en uno de los mejores momentos del equipo, que no está para muchos más disgustos.

No obstante todo lo señalado, y aunque en mi opinión el Real Madrid no puede errar en este tipo de cosas, puede que todavía haya escapatoria y todo quede en anécdota. De acuerdo con el citado código disciplinario, las resoluciones no producirán efectos para los interesados hasta su notificación personal. El jueves, Florentino Pérez comparecía ante los medios alegando no haber recibido notificación alguna respecto de la sanción del jugador. Las notificaciones suelen realizarse desde la asesoría jurídica de la RFEF a los clubes vía fax. Si la notificación se hizo en su día al Villarreal, y no se comunicó al jugador, ni al nuevo club una vez traspasado, puede que el Real Madrid aun tenga opciones (escasas pero opciones) de evitar la eliminación de la competición. Para ello, una vez sancionado por el juez único de competición, podrá recurrir ante el comité de apelación, y en caso de desestimación, ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo, órgano independiente de la RFEF y ante el que puede que el equipo blanco tenga su ultimo billete de permanecer en la Copa del Rey y evitar un chasco mayúsculo, una pifia... Real.