Las cifras que aporta la Policía Local de Sevilla sobre la disminución del número de positivos por alcohol que han arrojado los controles realizados hasta mayo de este año 2018, contrastan con los datos que se han manejado en la jornada Drogas y Conducción. Protegiendo nuestras vidas, organizada por la Fundación Mapfre y el Consejo Europeo de Seguridad del Transporte (ETSC) y celebrada el pasado mes de mayo en Madrid.
En Sevilla, durante este año, se ha bajado de un cinco por ciento de positivos en 2017 a un 2,63 por ciento en el periodo de enero a mayo de 2018. Y es algo que hay que celebrar puesto que es un dato magnífico. El delegado del ramo, Juan Carlos Cabrera, afirma que este «es el resultado evidente de la mayor concienciación por parte de los conductores en Sevilla gracias a la acción de la propia Policía Local sin olvidar los mensajes de avisos y consejos difundidos en las redes sociales».
Sorprende mucho que el 43 por ciento de los conductores fallecidos en accidente de tráfico el año pasado había consumido alcohol, drogas ilegales o medicamentos, según datos del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. Y que la tolerancia con el alcohol durante la conducción sea muy alta en toda Europa, según se afirmó en esa jornada celebrada en Madrid. O que el consumo de cannabis no se aprecie como especialmente peligroso para conducir bajo sus efectos. Sorprende que todavía hoy las sociedades sean tan permisivas con estos asuntos tan graves.
Por todo esto, los datos que aporta la Policía Local de Sevilla son de especial relevancia. Todo indica que el trabajo que se está realizando tiene claros efectos y con ese esfuerzo se consiguen resultados positivos. La prevención parece que es la mejor de las soluciones para evitar que estos problemas persistan o crezcan. Toca no bajar la guardia y seguir insistiendo.