Solidaridad no es caridad

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29 sep 2016 / 00:00 h - Actualizado: 29 sep 2016 / 00:08 h.
"Solidaridad"

En ocasiones se confunde la solidaridad con la caridad. Los medios de comunicación muestran situaciones en la que pueblos enteros deben dejar su vida atrás, en la que el hambre y la miseria se apoderan de ellos, en la que la falta de esperanza se convierte en un uniforme pesado que llena de grietas cuerpos y almas; muestran eso y los ciudadanos deciden durante unos minutos que deben aportar una pequeña cantidad de dinero para aliviar la situación de los desfavorecidos. La pena es que esas reacciones son muy poco duraderas, igual de rápido escapan y el efecto que producen es tan enclenque como lo auténtico del propio acto. Esto es caridad.

Los problemas de pobreza, de desigualdad o de falta de recursos médicos o técnicos necesarios para que el progreso se instale de forma definitiva, no se pueden solventar con un pequeño gesto. Es la constancia lo que procura una senda transitable que lleve hasta las puertas de una solución humana, repleta de valores y articulada correctamente por los agentes sociales. De momento miramos el televisor y, de vez en cuando, colaboramos para lavar la conciencia. Pero no existen detergentes para lograr algo así. Lo único que funciona es que los valores vayan por delante cuando de un problema que afecta a las personas se trata.