Urgen vías alternativas

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18 feb 2018 / 23:45 h - Actualizado: 18 feb 2018 / 19:37 h.
  • Urgen vías alternativas

Es muy posible que una de las razones por las que el Gobierno está endeudando a la Seguridad Social, en lugar de cubrir su déficit con el Fondo de Reserva (la famosa hucha de las pensiones), sea no pagar el coste político de haber sido el Gobierno que acabó con una hucha que llegó a acumular más de 66.000 millones de euros en 2011 y que a finales de 2017 había reducido la cantidad hasta bajar de los 8.100 millones de euros. Dicho de otro modo, es posible que estos movimientos sean más electoralistas que prácticos o necesarios.

Es verdad que algo queda en ese Fondo de Reserva, tan verdad como que el pasivo de la Seguridad Social se ha incrementado en 10.220 millones de euros en 2017, según el Banco de España. Una cifra disparatada si atendemos a la evolución de los últimos veinte años.

Esta cifra representa el 27 por ciento del endeudamiento de las administraciones públicas. Y el Tesoro ya ha aprobado otro préstamo de 15.000 millones a la Seguridad Social para que se puedan pagar las pensiones sin dejar a cero la hucha. Esto se traduce en un incremento del 60 por ciento en 2017 y un 55 por ciento en 2018 (42.000 millones de euros).

Los ingresos por cotizaciones han aumentado con rapidez, con un mejor ritmo que la creación de empleo (se está produciendo a buen ritmo aunque la calidad de los puestos creados son ínfimas en un enorme número de casos) y que un incremento del PIB importante. Se han equilibrado ligeramente las cosas aunque no tanto como es necesario. Si no cambia algo habrá que inventar soluciones para que ese equilibrio se logre de otro modo.

Es necesario que el Pacto de Toledo tome decisiones que explore caminos alternativos y que las reuniones que se mantienen en el Congreso de los Diputados se traduzcan en algo práctico. El Gobierno, por su parte, debería estar avanzando en el diálogo con los agentes sociales de la Mesa de Pensiones. Si no hay avances, que no existe voluntad política para solucionar este asunto al margen de los resultados electorales y los intereses partidistas, dejará de ser una sospecha para convertirse en una certeza. Y eso es algo que no puede ser porque hablamos del futuro de un país.

Continuar con soluciones que son, en realidad, parches que solucionan leve y temporalmente el problema, no es el camino. Y así sólo se llegará al colapso de un sistema de pensiones que podría tener futuro si se tomaran las medidas necesarias.