La Guardia Civil sostiene que el menor de 4 años que murió de un disparo en la cabeza durante una montería de jabalíes en enero estaba junto a su padre y su abuelo "colocado en su puesto de forma correcta, justo en la marca de señalización".
Con esa afirmación, el informe desdice la primera versión del mismo dada por el abogado del imputado por estos hechos, Carlos Martín, y ubica al niño en una posición correcta dentro del puesto.
En esa parte del informe que cita la agencia Efe, se indica que el cazador imputado de homicidio imprudente, Luis A.G., "salió de su puesto de caza" y "subió hasta la zona más alta unos 25 metros de distancia de su puesto", tras lo cual "disparó en dirección contraria a la que tenía indicado disparar si hubiera estado en su puesto".
Ese disparo hacia la zona del puesto del menor "directamente ocasionó" la muerte al pequeño, que "acompañaba a su padre y demás familiares" en el puesto de caza como observador, continúa el informe, en el que se aportan tres fotografías de la zona.
El rastro de sangre parte del puesto
El informe de la Guardia Civil indica que del puesto en el que estaba el niño parte "el rastro de sangre". El documento aportado por el instituto armado al juzgado que instruye la causa consta de 35 folios, fruto de las más de seis horas que los agentes de la Guardia Civil estuvieron inspeccionando la zona del suceso el día del accidente.
El caso lo instruye el titular del juzgado de instrucción 16 de Sevilla, Juan Gutiérrez Casillas, y hasta el momento, el cazador, un arquitecto italiano, se encuentra en libertad provisional acusado de homicidio imprudente por estos hechos.