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De izquierda a derecha, el gerente de la Universidad, el presidente del Patronato de la Fundación Universidad Loyola Andalucía, y el rector. / F.G.
El 1 de septiembre de 2019, justo con el comienzo del nuevo curso universitario, los alumnos y docentes de la Universidad Loyola Andalucía podrán pisar ya el nuevo campus que esta institución privada, de la Compañía de Jesús, habrá levantado en la zona de Entrenúcleos, en Dos Hermanas, y para el que, en una primera fase, realizará una inversión en torno a los 40 millones de euros.
Para ello habrá que llevar a cabo un proceso de construcción que, según adelantaron este jueves los responsables de la Fundación Loyola Andalucía, comenzará a finales del próximo mes de febrero, después de las pequeñas reformas que se han introducido en el proyecto inicial y que han hecho que el inicio del mismo se retrase unas semanas.
Pero ya está todo decidido. La Universidad Loyola dejará su sede actual de Palmas Altas, donde tiene alquilados algunos edificios del complejo de Abengoa, para contar con su propia sede en una zona que es, según relevaron sus responsables, la que mejores condiciones reunía para acogerla, por la ubicación, en una zona de Dos Hermanas que están convencidos que en pocos años se encontrará plenamente desarrollada, y por las posibilidades de comunicación con la que cuenta, con la SE-40 a los pies de la misma, con una línea de comunicación por autobús –en principio– con el Metro de Montequinto y con la posibilidad de conectar también con el Cercanías de Renfe.
Esto fue lo que hizo que, junto con la constante colaboración del Ayuntamiento de Dos Hermanas, la Universidad Loyola Andalucía se decidiera por ubicar su sede en una zona que en el comienzo del Curso Universitario 2019/2020 estará ya activa. Así lo contaron este jueves en su aún sede de Palmas Altas el presidente del Patronato de la Fundación Universidad Loyola Andalucía, Ildefonso Camacho; el rector de la Universidad Loyola Andalucía, Gabriel Pérez Alcalá; y el gerente y director de Infraestructuras de esta Universidad, Manuel Molina.
110.000 metros
Las obras del nuevo campus comenzarán a finales del próximo mes de febrero, y las mismas se centrarán en levantar una primera fase –de las tres de las que constará– que ocupará unos 36.000 metros cuadrados, de los 110.000 metros cuadrados de los que disponen junto al Parque de Investigación y Desarrollo Dehesa de Valme, en Dos Hermanas, zona de Entrenúcleos.
El complejo contendrá un edificio principal, que albergará los servicios centrales y de administración de la Universidad, el salón de actos, las aulas y laboratorios, y situará a pies de la plaza central hacia la que se volcará –que tiene una extensión similar a la Plaza Nueva de Sevilla–, y que se convertirá en el núcleo del centro universitario.
Además, en esta primera fase se levantará también la biblioteca y la capilla del campus, además de algunas primeras instalaciones deportivas, entre ellas un polideportivo. Y ya en los siguientes años, dependiendo también de las necesidades y demandas con las que cuenten, irán sumándose las siguientes dos fases, hasta dar forma a un complejo que desde la Universidad Loyola Andalucía están convencidos de que se convertirá en el núcleo del desarrollo tecnológico y urbanístico de esta zona de Dos Hermanas, hacia la que ya están mirando, según destacaron ayer, algunas empresas punteras del país.
El proyecto sobre el que se asentará esta Universidad privada es el ya anunciado en su momento, obra del estudio Luis Vidal Arquitectos –responsables de obras internacionales como la ampliación del aeropuerto de Heathrow– que, según destacó el rector de la Loyola, «será moderno, funcional, accesible, sostenible, limpio en cuanto a las formas y lejos de la suma de un conjunto de edificios, sino que estará todo integrado, de forma que facilite la vida universitaria».
«El 1 de septiembre de 2019», aseguró por su parte el gerente y director de Infraestructuras de esta Universidad privada, «ya entrarán en el nuevo campus los primeros estudiantes y docentes, para cursar los grados y máster que allí se impartirán, además del personal de la Universidad; en total, unas 2.500 personas». Lo único que faltará, de momento, serán las residencias universitarias, «pero todo se andará», matizó Manuel Molina.