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Los alumnos del IES Bajo Guadalquivir protestaron nada más conocer las agresiones a un profesor. / F.C.
Los profesores del IES Bajo Guadalquivir de Lebrija no pueden más. Así resumen la situación que se vive en el centro desde el pasado jueves presentase su dimisión la directora, una vez que resolvió así la polémica vivida por la falta de apoyo al profesor de carpintería agredido por un alumno, como colofón a semanas de acoso y agresiones.
La directora anunció hace cinco días que dejaba el cargo. Textualmente, el escrito presentado decía lo siguiente: «A tenor de los acontecimientos ocurridos en los últimos días (...) como directora del IES Guadalquivir de Lebrija y en nombre de todos los miembros del equipo directivo al completo, comunica a la comunidad educativa de Bajo Guadalquivir y a Lebrija la intención de renuncia al cargo». Un escrito ambiguo, ya que no aclara si con ella renuncia todo su equipo directivo, aunque afirma hablar en nombre de ellos. Desde entonces, no saben nada de la labor que desarrollan estas seis personas, y el resto de docentes están aguantado el tirón pero «no podemos más». Fuentes consultadas del claustro indican que «están en el centro pero no cumplen con sus aplicaciones. Haciendo su función directiva han cerrado los despachos y nos han dejado solos. No podemos acceder al teléfono para llamar a avisar por niños enfermos», explican, lamentando que el centro «es un despropósito».
La situación es tal que los profesores quieren presentar un escrito ante la delegación de Educación de la Junta para que el inspector adscrito al centro les dé una explicación y, a la vez, una solución. «El viernes no aparecieron los miembros de la directiva, salvo la jefa de estudios adjunta. Dos presentaron baja por 15 días, pero hemos tenido noticia de que el viernes por la tarde entraron en el centro», dicen.
Los profesores son tajantes. «Están, pero no hacen nada. Hoy [por ayer] han aparecido todos menos uno que está de baja, pero no han hecho nada: no han dado clase, han cerrado los despachos y han vuelto a dejar el teléfono para llamar a los padres en caso de urgencias dentro. Luego se han ido en el recreo y han vuelto a última hora para encerrarse en dirección».
«Los niños de Segundo de Bachillerato que temen por selectividad han ido a buscar [a un profesor] y les ha dicho que estaba haciendo gestiones pero se metió en cafetería a desayunar. Ningún inspector ha aparecido ni viernes ni hoy pese a que hemos llamado», señalan las mismas fuentes, concluyendo con que «hay un estado de indefensión total».
La intención es presentar el escrito de petición de información, al que se podrían unir los padres a través de la AMPA. De fondo está la situación del millar de alumnos que, según el claustro, sufren en algunos casos un retraso difícil recuperar.