Utrera incorporará a su viario una calle en recuerdo de Carmen Luna Alcázar, una mujer utrerana luchadora por sus ideas en la época de la II República y que fue humillada y asesinada. Fue una víctima más de la represión franquista en los momentos iniciales del golpe de estado propiciado por el general Franco en 1936.
Así lo ha anunciado el alcalde de la ciudad, el socialista José María Villalobos, durante su participación en un acto en memoria de las víctimas del franquismo celebrado en el cementerio municipal de Utrera.
De esta forma el Ayuntamiento de Utrera gobernado por PSOE-IU acepta la propuesta realizada hace unos días por la Asociación de Familiares de la Fosa Común y por la Recuperación de la Memoria Histórica (Amehis) Utrera, que acordó por unanimidad solicitar al Ayuntamiento el reconocimiento a Carmen Luna Alcázar, conocida con el apodo de La Luna, por ser «una mujer luchadora y valiente, capaz de sacrificar su vida por unas ideas en las que creía firmemente», mediante una calle, glorieta o plaza que lleve su nombre.
Desde el Consistorio, según explicó a este periódico el portavoz municipal, Francisco Campanario, se ha aceptado la petición del colectivo memoricista por su «simbolismo» de representar lo sucedido en Utrera al ser «un ejemplo de represión vivida». En breve el Ayuntamiento se reunirá con la familia para consensuar la ubicación de la calle.
Carmen Luna Alcázar, según recuerda la presidenta de Amehis, María Dolores Valle, fue «uno de los casos más escabrosos y vergonzosos que se dieron en nuestra ciudad». Era una utrerana con inquietudes políticas que fue «humillada y sometida a vejaciones públicas por los sublevados franquistas».
Para este colectivo, la historia de La Luna es representativa de la de otras muchas mujeres a las que se las tachaba de «individuas de dudosa moral», y que hoy serían consideradas «ejemplos del naciente feminismo republicano». Por ello, «se las cortaba el pelo, las obligaban a tomar aceite de ricino y terminaban siendo violadas y asesinadas. Este era el castigo por ser fieles a la República y por ser mujer, la doble venganza que el franquismo impuso en su doctrina patriarcal y que devolvió a las mujeres al ostracismo, al hogar y la tradición».
Carmen Luna, según rememora este colectivo, era anarquista, vivía en una choza en el campo junto a su familia, vendía frutas y verduras en la desaparecida plaza de abastos, dio a luz a nueve hijos y trabajó duro para alimentarlos. «Era conocida por defender sus ideales y denunciar las injusticias de la oligarquía agraria». Cuando Carmen Luna salió a la calle enarbolando la bandera republicana, «fue detenida y encarcelada. La raparon la mitad de la cabeza y la trenzaron lazos morados, rojos y amarillos en los mechones que le quedaban». Después la pasearon atada a la cola de un caballo por el centro de Utrera, un hecho que era recordado por las personas que vivieron esa época. La Luna, acabó en una fosa común.
Carmen Luna tiene una hermana viva con cerca de un siglo de vida residente en Francia. Otra, que vivía en Utrera, falleció recientemente y ya no podrá ver la calle con el nombre de La Luna. Si podrá hacerlo su nieta, Rosario Ruiz Peña, que ha sido una de las encargadas, junto con la asociación Amehis, de recordar este caso.