Cae un estafador fugado
y buscado por 14 juzgados

La Guardia Civil detiene a un experto ladrón de guante blanco que aprovechó un permiso en la cárcel para recuperar su amplia ‘carrera’

12 abr 2017 / 18:10 h - Actualizado: 12 abr 2017 / 22:22 h.
"Sucesos"
  • Uno de los juzgados que buscaba al fugitivo es el Instrucción número 9 de Sevilla. / Javier Cuesta
    Uno de los juzgados que buscaba al fugitivo es el Instrucción número 9 de Sevilla. / Javier Cuesta

Chaqueta y pantalón impecable, camisa impoluta, el cabello perfecto y el toque final de un buen baño en perfume caro. Esta era la imagen de R.G.I., uno de los hombres más buscado por la Justicia española –nada más y nada menos que por 14 juzgados– y las autoridades policiales después de llevar un año fugado de prisión. La Guardia Civil ha sido capaz de echar el guante a este estafador profesional después de que una denuncia le pusiera sobre la pista. Ya ha vuelto a prisión tras un año en paradero desconocido.

A sus 34 años tiene un historial delictivo que da vértigo. Nacido en Villanueva del Fresno (Badajoz), R.G.I. se ha recorrido España ganándose la vida con negocios que han resultado ser estafas, hasta el punto de que era buscado por juzgados de Zaragoza, Valencia, Alicante, Albacete, Valdemoro, Málaga, Castellón de la Plana, Getafe, Benidorm, Marbella, Alcalá de Henares, dos de Córdoba y el Juzgado de Instrucción número 9 de Sevilla, según informaron fuentes de la investigación.

Hasta 14 requisitorias distintas y un listado de antecedentes interminable, la mayoría por estafa y algún que otro robo. De hecho, estaba cumpliendo una condena por estafa en la prisión de Valdemoro, en Madrid, pero hace un año se fugó aprovechando un permiso penitenciario del que disfrutó al estar ya cumpliendo un tercer grado.

Desde entonces era buscado por las autoridades policiales y judiciales y estaba en paradero desconocido, hasta que de nuevo volvió a actuar y esto fue lo que le delató. Fue en Mairena del Aljarafe, allí un vecino de la localidad acudió a la Guardia Civil a interponer una denuncia en la que aseguraba que le habían estafado unos 600 euros. Las fuentes consultadas aseguran que fue la descripción de esta nueva víctima la que les permitió identificar al sospechoso y localizarlo posteriormente por las calles de Sevilla. Con los datos aportados, los agentes supieron qué lugares podía frecuentar esta persona y por dónde se podía mover hasta que fue localizado en el Casco Histórico.

La investigación les llevó hasta él, pero cuando ya lo tenían prácticamente cercado desapareció. Sin embargo, los guardias no cejaron en su trabajo y continuaron siguiendo las pistas, hasta que tres días después de nuevo dieron con él. El ahora detenido se había cambiado de domicilio, una estrategia que viene repitiendo en su larga carrera delictiva para evitar ser localizado. Para ello se alquilaba pisos en los que vive unos dos meses y luego se cambiaba.

La Guardia Civil montó entonces un operativo que concluyó con su detención en una vivienda del Centro de Sevilla y con su posterior ingreso en prisión.

R.G.I. cuidaba su presencia para ganar la confianza de sus víctimas y así consumar la estafa. En su vivienda, de hecho, se ha localizado numerosa ropa cara y productos de cosmética y belleza de alta gama.