Escuchar el futuro es el nuevo lema del Día Mundial de la Audición, un día destinado a la concienciación de los problemas auditivos.
El doctor Antonio Abrante Jiménez, codirector del servicio de Otirronología Quirónsalud Sagrado Corazón, ha querido resaltar la importancia de la detección precoz y la difusión de información para evitar daños auditivos.
—¿Cuántas personas sufren algún problemas auditivos en España? ¿Y en Andalucía?
—En España las cifras están entorno al 5 por ciento de la población. Si en nuestro país hay unos 46 millones de habitantes, 2.300.000 sufren algún problema auditivo. En Andalucía, las estadísticas son similares.
—¿Cuál es la franja de edad más afectada?
—Quizás cuál es la franja más afectada no es lo más importante. A los 65 años se produce la presbiacusia, la pérdida auditiva relacionada con la edad. No obstante, lo más importante es el diagnóstico precoz a recién nacidos con el screening neonatal para detectar cualquier problema.
—¿Cuáles son las causas más habituales de pérdida de audición?
—La primera causa es la presbiacusia. En la clase trabajadora lo más habitual son los traumatismos acústicos, aunque las empresas en España están ya muy preocupadas por la protección y suelen ser menos frecuentes. En los niños es donde actualmente más centramos nuestra atención, en la prevención, el diagnóstico y tratamiento precoz. Uno de cada 1.000 niños sufre algún tipo de hipoacusia y, actualmente, todas las hipoacusias tienen tratamiento, ya sean quirúrgicos, medicamentosos o con prótesis.
—¿Cómo han evolucionado los distintos aparatos para tratar problemas auditivos?
—Actualmente hay cuatro tipos de aparatos. Audífonos, implantes ostointegrados para problemas que no pueden tratarse con audífonos, implantes cocleares, que se emplean en patologías en las que existe algún problema en la cóclea convirtiendo el estímulo sonoro en estímulos eléctricos para que lleguen al nervio auditivo, y troncoencefálicos, que llevan el estímulo eléctrico al tronco del encéfalo.
—¿Ha aumentado el riesgo de padecer problemas auditivos?
—Yo creo que en la franja de edad que más ha aumentado es en la adolescencia, ya que utilizan auriculares a intensidades muy altas. ¿Cuándo sabemos que el volumen está demasiado alto? Cuando los de fuera pueden oír la música del que lleva los auriculares. Ahora se está intentando prevenir dando información.
—¿Cómo se diagnostica un problema auditivo?
—Normalmente una persona viene a consulta diciendo que cada vez oye menos. Entonces se le pregunta sobre su trabajo y, si trabaja, por ejemplo, en un banco, se le pregunta si caza. Después se le pregunta por su historia clínica, se le hace una exploración completa, pruebas de audiometría y, finalmente, se llega a un diagnóstico a partir del cual se le pondrá un tratamiento adecuado.
—¿Qué podemos hacer para evitar problemas auditivos?
—Lo primero de todo es la prevención. Si sabemos que podemos tener una hipoacusia hereditaria deberíamos revisar lo genético. También es importante tener en cuenta las infecciones de las embarazadas que pueden ocasionar problemas auditivos al bebé, como la ureaplasmosis, la rubeola o el VIH. Por supuesto, también son muy importantes las vacunas. La meningitis constituye un riesgo importante.
En los jóvenes, se deben dirigir los esfuerzos a la proporciónde información sobre la correcta utilización de las nuevas tecnologías.
En cuanto a los riesgos laborales, prácticamente todas las empresas se preocupan por la protección de sus trabajadores. No obstante, en la calle se sigue viendo a gente empleando radiales y martillos neumáticos sin la protección correspondiente. Además, en España cabe destacar que la caza es una práctica habitual y normalmente no se lleva la protección adecuada.
Otro punto importante es hacer ver a la tercera edad que, igual que utilizan gafas para ver, recurran al uso de audífonos para solucionar problemas auditivos. El empleo de audífonos no está tan aceptado socialmente. Les suele dar vergüenza, pero hoy en día existen muchos tipos de audífonos, incluso algunos que no se ven, como los intracanales.
—¿Hay que prestar atención a los oídos de los pequeños?
—Si un niño no oye no aprende a hablar, a comunicarse, por lo que es imprescindible un diagnóstico precoz, con el que se pueda detectar si es necesario el empleo de audífonos o implantes y poder así hacer una adecuada rehabilitación. Si el problema surge a los 3 o 4 años, sus padres podrán notarlo porque el niño no responderá a los estímulos sonoros. La mayoría de las veces las patologías que causan problemas a estas edades son muy fáciles de resolver. Lo más normal es que se produzcan catarros de la vía aérea superior, que no es más que una acumulación de moco en el oído medio. Si el niño mantiene esa acumulación de moco mes tras mes se producirá la hipoacusia.
—¿Hay que prestar atención a los oídos de los pequeños?
—Sí. Esto se inició en el año 2007 y es algo importante porque actualmente hay un día para todo. Es importante que los medios centren su atención en los problemas auditivos. Hay que concienciar a la población sobre ellos y sol así se puede conseguir la difusión adecuada.