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Dos jubilados disfrutan de la tarde en un banco de un parque. / El Correo
Un sevillano que se retire hoy perderá unos 350 euros mensuales de poder adquisitivo a lo largo de su vida como jubilado después de las últimas reformas llevadas a cabo en España. Esta es una de las conclusiones del informe Soluciones para la jubilación. Naturaleza, ventajas, defensa y fomento de las rentas vitalicias en España que presentó ayer Unespa y que ha sido elaborado por Analistas Financieros Internacionales (Afi) por encargo de la Asociación Empresarial del Seguro.
Según este estudio, los efectos macroeconómicos de este impacto podrían ser severos: 20.000 millones de euros al año y 330.000 empleos perdidos (en media entre 2017 y 2035).
El estudio analiza el impacto medio anual medio de la reducción en las rentas de la población jubilada entre 2016 y 2035 y llega a la conclusión de que la reducción del poder adquisitivo de las pensiones públicas podría provocar «un descenso anual medio del empleo de un 1,5 por ciento entre 2017 y 2035».
Y si el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pidió el pasado 9 de febrero a los españoles ahorro para complementar sus pensiones y para la educación de sus hijos, la recomendación de la patronal de las aseguradoras va por la misma línea: «Los jubilados necesitarán rentas complementarias o perderán poder adquisitivo equivalente a una media de 350 euros al mes. La buena noticia es que los trabajadores pueden ahorrar o utilizar los ahorros que ya tienen para constituir rentas vitalicias. Para compensar la pérdida mensual de renta de las pensiones públicas, bastaría con un capital equivalente a un tercio del patrimonio inmobiliario de un trabajador representativo de 65 años de edad».
Según la normativa actual del IRPF, las ganancias patrimoniales o plusvalías con la transmisión de elementos patrimoniales de hasta 240.000 están exentas siempre que se dediquen íntegramente a la adquisición de una renta vitalicia y el titular de ese patrimonio tenga al menos 65 años, recuerda Unespa.
Según se defiende en este estudio de la patronal, el «problema» de las pensiones radica en que nuestro ciclo de vida en jubilación es cada vez más largo y nuestro ciclo de vida activa más corto. «Los 65 años de 1900 equivalen a los 81-91 hoy», indica.
«No busquemos ‘falsos’ culpables de la crisis de las pensiones: es la excelente noticia de que vivimos cada vez más años, la longevidad», se remarca en las conclusiones de este informe presentado ayer, en el que también se indica que se han hecho reformas «adecuadas» (en 2011 y 2013), «pero que tienen consecuencias: logran la sostenibilidad a costa de la suficiencia de las pensiones públicas».