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Uno de los crímenes que se juzgaron el año pasado fue el de la heladera. / Manuel Gómez
Los tribunales del jurado son conocidos por su dureza con los acusados y así lo demuestran un año más las estadísticas. El año pasado todos los que fueron juzgados por este sistema fueron condenados. De los 14 asuntos recibidos, todos terminaron con una condena, ya sea por conformidad o por sentencia tras un juicio. El único que se libró del veredicto de culpabilidad fue un caso en el que se dictó un auto de archivo porque el procesado falleció. Así, son ya cinco años encadenando condenas en el cien por cien de los casos. La última absolución fue en 2012.
Los datos de la Oficina del Jurado de la Audiencia Provincial de Sevilla sobre 2017 señalan que el año pasado recibieron 14 asuntos y resolvieron otros 14. De ellos, seis se resolvieron por conformidad, es decir, las partes llegaron a un acuerdo previo en el que acusado aceptó la condena sin necesidad de llegar a juicio. Un dato que implica que prácticamente la mitad de los procesados optaron por esta vía. En otros siete casos se llegó a juicio y finalizó con una condena. «Un solo caso se archivó por el fallecimiento del procesado», explicó el secretario de la Oficina del Jurado, Luis Revilla.
En cuanto a los delitos que fueron juzgados el año pasado, los más numerosos fueron los homicidios y/o asesinatos, con ocho asuntos. Hubo también dos casos de malversación, otros dos por omisión del deber de socorro, uno por cohecho y otro por exacciones ilegales.
Las cifras son similares a las del año anterior, pues en 2016 también entraron en la Oficina 14 casos, aunque se resolvieron once. En esa ocasión resultaron condenados seis y en otros dos casos los procesados aceptaron la condena tras alcanzar un acuerdo entre las partes.
Los juicios más sonados
Los juicios estrella ante un jurado popular son siempre los que se celebran por un homicidio o asesinato. El año pasado se enjuiciaron varios de bastante repercusión mediática. Hubo dos casos de violencia machista, por un lado el de la joven localizada muerta en un vehículo en el aparcamiento del aeropuerto de San Pablo, que se celebró en junio; y el asesinato de la hija de la bailaora Juana Vargas, que fue en octubre.
En ambos casos, el acusado resultó condenado. Al primero de ellos le fue impuesta una pena de doce años y seis meses por estrangular a su mujer, con la que mantuvo una discusión después de que ella, de origen rumano, perdiera un vuelo de vuelta a Italia, donde residía, y al pago de una indemnización de 90.000 euros a cada uno de los dos hijos de la pareja, de 13 y 14 años de edad.
En el segundo caso, el exmarido de la hija de la bailaora fue condenado a 28 años y medio de prisión por un delito de asesinato, malos tratos y otro de allanamiento de morada. El acusado entró en la vivienda de la víctima, que intentó huir y saltar por el balcón, pero al caer al suelo él la abordó y le asestó 40 puñaladas.
Otro de los casos más sonados fue el del crimen de la Heladería Otoño, en el que la propietaria de este local fue condenada a doce años de prisión por matar a un jubilado y ocultarlo en un congelador del negocio. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) confirmó la sentencia.
El tribunal del jurado cumplió 20 años el pasado 2016. Desde entonces más de 3.000 sevillanos han sido elegidos para conformar un tribunal y se han recibido en la Oficina más de 300 casos para ser juzgados.