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Emvisesa reactivará las obras de construcción de nuevas viviendas protegidas a lo largo de 2018 y después de varios años de paralización en esta materia. / Antonio Acedo
Tras años en periodo de hibernación, sin nada más que mantener sus constantes vitales y su parque de viviendas, Emvisesa se subirá nuevamente al andamio. Es decir, volverá a construir. Este punto de inflexión, que está contemplado en un plan a tres años con una previsión de mil VPO, se fundamenta en «las urgencias» de atender la demanda –calculada en el número de inscritos al Registro de Demandantes–, lo que obliga al gobierno del socialista Juan Espadas a activar la maquinaria cuanto antes.
La realidad es que el proyecto de presupuestos para 2018 contempla el inicio de obras de 283 viviendas, así como el inicio de un programa para acometer 236 más. Las primeras se recogen como gran foco inversor de Emvisesa, con la previsión de cesión de parcelas del Patrimonio Municipal de Suelo valoradas en 5,8 millones. En este caso, Hacienda El Rosario será donde se coloque la primera piedra de este renacer constructivo de Emvisesa. En esta zona del Distrito Este se contempla la construcción de 219 viviendas, lo que representa el 77 por ciento de las presupuestadas en 2018. Pero también se prevé sobre el papel levantar los cimientos de los primeros bloques en Pítamo (31) y Su Eminencia (24), en el Distrito Sur. La oferta se incorpora en Macarena Norte con actuaciones en seis viviendas en León XIII y cuatro más en la calle San Juan de la Salle.
Esto se une, dentro de la partida de gastos corrientes, el inicio de un programa de construcción de 236 nuevas viviendas con algún tipo de protección para «reactivar la actividad y dar cobertura a los sevillanos inscritos en el registro de demandantes de vivienda protegida en la parcela 7 del Pitamillo (125 viviendas), Cisneo Alto (83) y Torreblanca (28 viviendas).
Y es que a Emvisesa le urge incorporar viviendas a su oferta. Tanto que en los presupuestos prevé la contratación de 150 viviendas en alquiler a privados dentro del programa de captación de viviendas ociosas en alquiler por 540.000 euros, así como la recuperación de viviendas propiedad de Emvisesa en régimen de arrendamiento que se encuentran vacías.
Además, Emvisesa quiere fijar el tiro en la rehabilitación de su parque, algo que forma parte de la nueva filosofía de la empresa. 2018 será el momento en que se inicie la reforma de 26 edificios municipales, cinco de ellos en Villa Encarnita, en el barrio de Nervión, y otros 21 en García Ramos, en el centro. También se prevé la reforma, por importe de 833.000 euros, de zonas comunes de seis promociones de Emvisesa, que también quiere destinar algo más de 100.000 euros en la adecuación de locales para empresas, en una medida que ya se inició este año.
A todo ello, se contempla la cesión en el próximo ejercicio de 16 viviendas, adquiridas por el Área municipal de Hacienda y Administración Pública en 2017 a través del programa de captación de viviendas en compra valoradas en 1,2 millones.
El giro inversor es, por lo tanto, una evidencia en Emvisesa, que se encontraba completamente estancado en los últimos años. No en vano, solamente se había contemplado medio millón de euros en los presupuestos del actual ejercicio. La dinámica se pretende cambiar en 2018, con 9,3 millones contemplados en inversiones.
Para destinar inversiones, es necesario ingresos. Entre los planes recogidos en los presupuestos se encuentra la venta de la parcela de la avenida Ramón Carande número 3-B, por valor de siete millones de euros. Un dinero que Emvisesa pretende reinvertir en «1,76 millones en la construcción de 200 viviendas, otros 1,76 millones para la captación de 23 viviendas y una aportación en metálicos de 3,5 millones de euros». De igual manera, se espera la venta de 55 viviendas del actual parque de viviendas tanto en alquiler como en alquiler con opción a compra; diez más del régimen de venta, así como la venta de cuatro locales y ocho plazas de garaje. Con todo ello, se pretende alcanzar la cantidad de 16,4 millones de euros.
Además, otra fuente importante de ingresos serán los arrendamientos, que han experimentado un crecimiento del 12,3 por ciento con respecto a lo que se calculó en 2017. Eso se debe, sobre todo, a que el parque de viviendas ha crecido, con una estimación de 2.601 viviendas. Así ese concepto generará 9,5 millones de euros de ingresos. A esta cantidad se sumará también el alquiler de su antigua sede la calle Bilbao, después de que se mudara al parque Arte Sacro hace apenas unas semanas. El nuevo inquilino –que es la delegación de Hacienda– deberá abonar 434.305 euros al año para poder hacer uso de este céntrico inmueble.