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La plaza Azahín será reformada. / J.L.Montero
Junto a la aprobación de las primeras obras con cargo al recién aprobado presupuesto de 2017 y el bloqueo de dos de los proyectos que se presentaban ayer en el consejo de gobierno extraordinario de la Gerencia de Urbanismo, se le suma la denuncia realizada por IU ante nuevos casos de adjudicaciones temerarias, es decir aquellas que se otorgan a ofertas con presupuestos un 30 por ciento inferiores al que se propone inicialmente en la licitación.
El portavoz municipal de IU en Sevilla, Daniel González Rojas, alertó de que en el paquete de medidas que se acaba de aprobar hay algunos casos que se acercan al 50 por ciento, por lo que advirtió de los «problemas» que estos contratos pueden suponer para la ciudad «a la hora de la ejecución de los trabajos y del cumplimiento de los plazos».
En concreto, González Rojas apunta a los casos de la pavimentación de la avenida alcalde Luis Uruñuela, que ha recaído en una empresa cuya oferta económica rebajaba un 42 por ciento el presupuesto inicial de licitación. Otras «bajas temerarias» aceptadas son la de la reurbanización de la plaza Azahín, que supone un 42,75 por ciento menos, o la relativa al arreglo de los paseos Cristóbal Colón y de las Delicias, que rebaja un 46,5 por ciento el precio inicial.
«En Sevilla ya hemos aprendido que lo barato sale caro y que de poco vale aminorar el importe de una actuación o servicio si es a costa de precarizar empleo o de una deficiente prestación», dijo Rojas, que puso como ejemplos los casos de las obras de los Pajaritos o el Centro de Atención al Turista de Marqués de Contadero.
El portavoz de IU se preguntó dónde está esa «nueva fórmula» que el gobierno del PSOE anunció el pasado mes de febrero para evitar las adjudicaciones con criterios estrictamente económicos y que dijo entonces estar aplicando en los nuevos contratos de inspección, mantenimiento, reparación y reposición del viario y espacios públicos de la ciudad de Sevilla. «Porque nosotros, desde luego, no la vemos por ningún lado».
El delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, se defendió de las críticas asegurando que «no es igual» el contrato para el asfaltado de una calle, «en cuya adjudicación primaría el precio, ya que la calidad del material la controla Urbanismo», que las obras del Pabellón Real. «En otros tipos de obras, las bajas temerarias dan quebraderos de cabeza».
Muñoz aseguró que, además de las ya incorporadas cláusulas sociales, se está trabajando en la introducción de nuevos criterios para que el precio no sea el parámetro principal para otorgar un contrato público, «como el macrocontrato de Parques y Jardines, cuya adjudicación depende en un 40 por ciento del precio y el resto de la calidad que se ofrece».