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Los críticos del PP apuestan por que la militancia elija a sus candidatos

El sector que aspira a la dirección provincial presenta un decálogo «de mayoría social» que apuesta por «regenerar» el partido desde la «decisiones colectivas»

29 mar 2017 / 19:29 h - Actualizado: 29 mar 2017 / 20:48 h.
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  • El concejal en el Ayuntamiento de Sevilla, Beltrán Pérez, y la portavoz en la Diputación, Virginia Pérez. / El Correo
    El concejal en el Ayuntamiento de Sevilla, Beltrán Pérez, y la portavoz en la Diputación, Virginia Pérez. / El Correo

La batalla por alzarse con la dirección provincial del PP de Sevilla sigue con las espadas en todo lo alto. A pesar de los reveses sufridos en las dos últimas elecciones de los compromisarios –tanto en el congreso nacional como en el regional se impusieron los oficialistas–, el sector de los populares más críticos deslizó ayer un documento en el que se incluye el decálogo de medidas con el que aspiran a hacerse con el poder en los órganos de gestión del partido. En conjunto, el texto se sustenta en la «democracia interna» y en la «transparencia» como elementos fundamentales con los que recuperar «los proyectos colectivos sobre planteamientos personales» y en la apuesta por «el esfuerzo, la libre competencia, el mérito y la capacidad» para la elección de los candidatos del partido a los puestos de responsabilidad.

Traducido al lenguaje de la político, lo que los críticos plantean es articular un proceso de primarias en el que los afiliados «puedan opinar y participar» en la elección de «los mejores hombres y mujeres» para ocupar estos cargos. Con ello, abogan por «un contraste de ideas, pareceres y planteamientos», ya que, según advierten, en los últimos años «no ha existido análisis crítico» en el PP ni se han adoptado «las medidas adecuadas ante las situaciones adversas que se han ido presentando». Y en todo ello pretenden contar con el respaldo de una militancia que «está hoy desanimada» y que necesita «recuperar el sentido de pertenencia a un grupo humano grande».

De este modo, los críticos ponen letra impresa a las intenciones que llevan meses manifestando en diversos foros. Lo hacen, eso sí, de forma anónima. Nadie pone su firma en el texto. Ni siquiera la actual portavoz en la Diputación, Virginia Pérez, candidata oficiosa –de momento– para disputar la presidencia del PP de Sevilla a Juan Bueno –al frente de los oficialistas–, ni tampoco la del concejal en el Ayuntamiento hispalense, Beltrán Pérez, fiel aliado de su tocaya de apellido en este proceso. Detrás del decálogo solo están, dicen en su desarrollo, «un numeroso grupo de alcaldes, concejales de capital y provincia, diputados autonómicos y provinciales, así como cargos orgánicos de ámbito provincial, local, de distrito y militantes de amplio compromiso político». Un anonimato que ayer mismo quedó en entredicho con los respaldos que a través de las redes sociales llegaron al perfil Unidos para Ganar (@Unidos_P_Ganar), creado hace unos días y en el que ayer se dio a conocer el proyecto.

«Democratizar» el partido

En el desarrollo del decálogo presentado por los críticos se apuesta por «normalizar» el hecho de que pueda existir «más de una candidatura» en los congresos de los populares. «Es necesario que le quitemos hierro», señalan. Por ello, sostienen que «el debate libre y democrático» es el que debe caracterizar al partido, sin descartar «la capacidad de construir consensos previos». Y advierten. «Si estos principios provocan reacciones adversas, quizás estemos perdiendo el sentido de nuestra existencia como fuerza democrática».

También critican «la forma en la que se viene realizando la convocatoria y el desarrollo» de los órganos de gobierno del partido. «Hace pensar que son meros trámites, una puesta en escena ante los medios de comunicación y no unas reuniones de trabajo y deliberación», añaden. Para acabar con esta situación que denuncian, los críticos piden dar «más nivel y protagonismo» a los «dirigentes de segunda línea» y profundizar «en los mecanismos de participación y decisión de los afiliados».

El objetivo pasa porque este documento sea el modus operandi del partido tras el congreso provincial que se celebrará antes del verano y en el que críticos y oficialistas –que parten con ventaja– medirán sus fuerzas. De eso también depende que encajen todas las piezas de un puzzle que ya están sobre la mesa.