Mujeres Solidarias del Polígono Norte lanzan un SOS a la ciudadanía

La asociación, que ayuda a 200 familias, requiere de donaciones urgentes, sobre todo alimentos para niños

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
28 sep 2016 / 10:03 h - Actualizado: 28 sep 2016 / 10:08 h.
"Barrios"
  • Voluntarios descargan lotes de alimentos –paquetes de pasta– en la sede de Mujeres Solidarias. / M.G.
    Voluntarios descargan lotes de alimentos –paquetes de pasta– en la sede de Mujeres Solidarias. / M.G.

En sus cinco años de vida, nunca antes habían tenido problemas de existencias. Las estanterías de la sede social, en la calle Meléndez Valdés, están en estos momentos prácticamente vacías. Apenas hay productos de alimentación básica más allá de «un reparto escaso» que, como han lamentado los vecinos, sólo alcanzará «a la semana que viene».

Esta es la situación «límite» que atraviesa la asociación de Mujeres Solidarias del Polígono Norte, creada en 2011 para ayudar a las familias más necesitadas, en principio del barrio pero, ahora ya de dentro y fuera de la ciudad: Amate, Torreblanca, Camas, San José de la Rinconada... «Atendemos a una media de 200 familias, pese a que no contamos con la colaboración del Banco de Alimentos», relata la presidenta de la asociación, María Teresa Delgado, quien realiza un llamamiento a la ciudadanía para que aporte alimentos, especialmente «leche, bollería y productos para los niños», que se encuentran agotados en estos momentos. «Sólo queda un resto de arroz, garbanzos y algo de galletas», expone mientras recuerda que la única aportación fija que se produce cada cuatro meses es la del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA). Una ayuda que «no es suficiente» para cubrir la «alta demanda», por lo que ha reclamado ayuda «a administraciones, entidades y particulares».

«Estamos en el peor momento y eso que no dejamos de llamar a todas las puertas», se sincera Delgado mientras resume otras iniciativas solidarias que realizan durante el año, como la campaña de mantecados y juguetes en Navidad. En general, «son familias que tienen hipotecas demasiado altas y embargos de viviendas; o que no pueden hacer frente a los suministros básicos e, incluso, que no pueden permitirse el pago de unas gafas o de un medicamento sin visado».