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Una usuaria se sube a uno de los autobuses de Tussam. / Manuel Gómez
Tussam ancla su demanda en los 80 millones de pasajeros. Tras contener la sangría iniciada hace una década por un cóctel combinado por la entrada en servicio de la línea 1 de Metro, el mayor uso de la red de carriles bici y, sobre todo, la crisis económica, los autobuses urbanos de Sevilla han encadenado cuatro años de, por lo menos, cierta estabilidad. El cierre del año 2017, de hecho, ha deparado un nuevo leve aumento de la demanda, que se sitúa en los 79.846.153 viajeros transportados, 288.543 viajeros más que el año pasado (+0,4 por ciento). Estos números, aclaran desde el Ayuntamiento, suponen la cota más alta de Tussam desde 2010, cuando se superó por última vez la barrera de los 80 millones –en concreto, alcanzaron los 81,2 millones–. Tras sufrir un lustro de caídas –en 2013, se transportaron a 3,4 millones de pasajeros menos–, la recuperación ha sido lenta y, en algunos casos, casi imperceptible. Desde 2014 hasta 2017, sólo se ha ganado medio millón de personas y hubo años, como 2016, donde el incremento ni siquiera alcanzó los 10.000 usuarios.
El último aumento ha sido de casi 300.000 viajeros, para lo cual han tenido, además, que incrementar el número de kilómetros recorridos. De hecho, la oferta total ha sido de 1,2 millones de vueltas con 18.994.987 kilómetros recorridos, un 4,1 por ciento más que hace un año, a pesar de que se ha producido un ligero descenso de la velocidad comercial, que había alcanzado los 13 kilómetros por hora hace un año. Pese a todo, desde la empresa municipal de autobuses insisten en que se ha producido una mejora de la puntualidad del uno por ciento; y de la regularidad de hasta un 2,5 por ciento. Por otra parte, según el balance a cierre de 2017, las vueltas perdidas por los distintos conceptos únicamente representan el 0,79 por ciento de las previstas, que ha descendido un 9,5 por ciento respecto al ejercicio anterior. Eso se debe principalmente a los descensos del 15 por ciento en las vueltas perdidas por tráfico y del 14 por ciento en la vueltas perdidas por la falta de personal.
Bonobús sin transbordo
Ya centrado en el uso de los diferentes títulos de viaje, el balance anual de Tussam ratifica el éxito entre los sevillanos del bonobús sin transbordo, una fórmula que llegó a eliminarse en alguna ocasión pero que ahora utilizan uno de cada cuatro usuarios. Y, además, sigue al alza. El bonobús sin transbordo lo usan el 24,8 por ciento de los viajeros, cifra más de medio punto superior a la del año pasado, que también creció con respecto a 2015. Le sigue, como es costumbre, el bonobús con transbordo, que se sitúa en el 20,6 por ciento, entre primera cancelación y transbordo, porcentaje también ligeramente superior al año pasado –en torno a seis décimas–.
El billete univiaje, que estuvo a punto de experimentar una subida de tarifa de diez céntimos el pasado año como efecto disuasorio, ha vuelto a crecer. El título se sitúa en el 10,3 por ciento, cuatro décimas más que lo experimentado en 2016.
La tarjeta de la tercera edad, por su parte, desciende un punto y representa ya el 17,84 por ciento. También ha descendido el bonobús solidario, que ha caído del 9 al 5,8 por ciento. Un descenso que puede venir aparejado a la bajada del desempleo en la ciudad, que es el requisito principal para contar con esta tarjeta. Mientras, la tarjeta del consorcio se sitúa en el 7,9 por ciento y el abono mensual en el 6,7 por ciento.
Tussam destaca el incremento de la tarjeta de estudiantes o universitaria que, con 2.884.450 cancelaciones (3,6 por ciento) experimentó un crecimiento del 86 por ciento.
La línea 2 sigue creciendo
Ya por líneas, se confirma la supremacía de la 2, que conecta Barqueta con el campus de Reina Mercedes. Un año más, sigue siendo la que aglutina una mayor demanda, con 6,74 millones de viajeros transportados, 209.527 más que en 2016, con un incremento del 3,2 por ciento. Como segunda línea más utilizada repite la 27, que enlaza Sevilla Este con la céntrica Plaza del Duque, y pese a sufrir un leve retroceso de unos 20.000 personas hasta situarse en 4,55 millones de usuarios. Una bajada que puede asociarse a la implantación, el pasado septiembre del bus exprés, que reduce a ocho paradas la conexión de Sevilla Este con el casco histórico de la capital hispalense.
El Metrocentro, de su parte, se consolida en el tercer puesto, aunque también con un descenso en su utilización: si en 2016 superó la cota de los cuatro millones, en el último balance se quedó a las puertas, con 3,97 millones y un descenso de en torno a 70.000 viajeros. De esta manera, pierde lo que ganó en 2016 cuando incrementó el número de revisores que controlaban el picado de billetes y, junto a la mejora de la frecuencia de paso, permitió que el tranvía volviera a estar por encima de los cuatro millones de viajeros.
Por último, la cuarta más demandada es la línea 13, que conecta Pino Montano con el centro –el Duque–, con 3,92 millones, 40.000 menos que en el ejercicio anterior.
Frente a la caída de varias líneas más demandadas, Tussam ha hallado la manera de crecer en rutas de reciente creación, como es el caso de la 3, que se ideó en 2012 y que une dos de los barrios de más población de la capital hispalense como son Pino Montano y Bellavista. Esa línea sigue su progresión al alza y, de hecho, fue la segunda que más ha crecido tras la línea 2, con 124.901 viajeros (un 3,7 por ciento más), con lo que ya establece su nuevo techo –no para de aumentar– en los 3.565.402 viajeros, lo que la sitúa en el top seis de líneas más usadas. Además, deja constancia de una realidad: la necesidad de la construcción de la línea 3 del Metro de Sevilla, cuyo trazado es muy similar, salvo pequeñas modificaciones, al que realiza el autobús.
Otros de los que han copado el incremento son la línea Especial del Aeropuerto, que se ha visto beneficiado con el récord de viajeros de San Pablo y ha experimentado un crecimiento de 79.494 viajeros, con un repunte del 10,3 por ciento, hasta situarse en 848.511 usuarios; y la línea 37 (Bellavista-Puerta de Jerez) con 63.157 viajeros más (+3,2 por ciento), que le ha permitido superar la barrera de los dos millones. Más allá de los datos globales, por porcentaje de crecimiento resaltan, además de la línea al aeropuerto, la línea B3 (Santa Clara-Gran Plaza) con un incremento del 11,2 por ciento y la línea 38 (Universidad Pablo de Olavide-Prado de San Sebastián) con el ocho por ciento.