El alcalde de Sevilla y candidato a repetir por el Partido Popular, Juan Ignacio Zoido, ha sorprendido esta mañana a los asistentes al desayuno informativo al que estaba invitado en el Club Antares, al anunciar su intención de ampliar el Metrocentro en el próximo mandato. Según justificó, el objetivo es rentabilizar la empresa municipal de transportes (Tussam) y mejorar la movilidad. «Como el metro no lo tenemos y no se le espera, habrá que ampliar el tranvía e intentar optimizar este medio de transporte y asegurar el equilibrio”, explicó sin querer desvelar de momento hacia dónde prolongaría.

Llama la atención esta propuesta teniendo en cuenta que el aspirante popular fue tremendamente crítico con este proyecto que impulsó el anterior equipo de gobierno (PSOE-IU), que se afanó en devolver a la ciudad este sistema de transporte desterrado hacía décadas de sus calles, para poder retirar el tráfico del casco histórico. Aunque ahora Zoido argumenta que es necesario ante la parálisis que sufre la red de metro por parte de la Junta, en sus años de oposición, el alcalde pidió la retirada del tranvía, lo calificó de «capricho», dijo que generaría caos y ruido, censuró su coste y se opuso a su ampliación. «Es un proyecto que ha nacido muerto. No tiene sentido una huida hacia delante», llegó a decir. Además alertó de pérdida de plazas de aparcamiento, de 250 árboles y de problemas para los comerciantes.

La historia del Metrocentro está plagada de polémicas, sobre todo por su elevado coste. Con un recorrido de 2,2 kilómetros, en 2007 abrió un primer tramo, de Plaza Nueva al Prado de San Sebastián, que se amplió en 2011 hasta llegar a San Bernardo, donde conectó con el Metro y el Cercanías de Renfe. La idea del anterior consistorio era llevarlo hacia la Alameda, algo que se descartó por la estrechez de las posibles calles. Al tiempo, se apostó por dirigirlo hacia Santa Justa, algo a lo que se opuso el PP y muchos sectores de la ciudad. Aquel proyecto iba a costar unos 70 millones.

En su programa electoral de 2011, Zoido mencionaba el Metrocentro para prometer una tarjeta de viaje única que sirviera para autobús, tranvía y metro. Sin embargo, cabe destacar que su gran logro ha sido culminar la retirada de las antiestéticas catenarias. Una inversión de 245.000 euros sirvió para eliminar estos elementos hasta el Prado, adecentando el aspecto de la calle San Fernando.

En el desayuno en Antares, donde estuvo arropado por sus concejales y empresarios, Zoido avanzó que su programa incluirá un proyecto para las antiguas naves de Renfe en San Jerónimo, algo a lo que se comprometió en 2011 y que no se llevó a cabo, como él mismo se encargó de recordar: «Algunos me dirán que eso ya lo dije».

También habló de nuevo de ampliar el número de agentes de la Policía local cuando la situación económica lo permita, para lo que seguirá «saneando, ordenando las cuentas con austeridad y manteniendo los servicios básicos».

El candidato del PP recordó que ya en 2006 dijo en ese mismo foro (Antares) que «Sevilla no necesita de proyectos megalómanos, sólo que la hagan funcionar», y a este respecto, preguntado sobre cuál será su iniciativa estrella para los próximos cuatro años, contestó tras reflexionar un segundo: «Mejorar la vida de la ciudad».

EL CIS Y ACEPTAR CRÍTICAS.

En el turno de preguntas, Zoido fue cuestionado por los resultados que pronosticó ayer el CIS, así como por el dato de que el 70% de los sevillanos ven la ciudad igual o peor que hace cuatro años. A su juicio, no acierta esta encuesta, al igual que ocurrió en 2011, cuando no vaticinó su amplia mayoría absoluta.

Sobre los apercibimientos recibidos por la Junta Electoral de Zona, dijo no ser responsable de alguno de los carteles por los que se le ha censurado.

Por último, a respuesta de otra pregunta, aseguró que sabe aceptar la crítica de la opinión pública, algo que definió como necesario en todos los campos de la vida. «Yo no soy de esos quellaman a los medios porque no me gusta lo que publican», concluyó.