El fútbol es para intelectuales

El Betis ha sido tradicionalmente el equipo de los escritores, aunque cada vez más literatos se declaran sevillistas

06 ene 2018 / 21:07 h - Actualizado: 07 ene 2018 / 13:30 h.
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  • Pepe Mel, de entrenador bético a novelista. / Juan Ferreras (Efe )
    Pepe Mel, de entrenador bético a novelista. / Juan Ferreras (Efe )
  • Antonio Hernández, autor de ‘El Betis, la marcha verde’. / David Estrada
    Antonio Hernández, autor de ‘El Betis, la marcha verde’. / David Estrada
  • El novelista Gregorio Verdugo. / El Correo
    El novelista Gregorio Verdugo. / El Correo
  • Antonio Luque, más conocido como Sr. Chinarro. / Paco Cazalla
    Antonio Luque, más conocido como Sr. Chinarro. / Paco Cazalla

«Los sevillistas, que si saben poco de la vida saben menos de la historia, dicen que su club es más antiguo que mi Beti güeno y que se fundó dos años antes que mi niño de mis entretelas...» Así da comienzo El Betis, la marcha verde, el libro del escritor Antonio Hernández, gaditano de Arcos y premio Nacional de poesía, que funge como la Biblia del beticismo literario. Una obra que cumple este año nada menos que 40 años y ha visto varias ediciones distintas, y que sigue siendo un argumento recurrente entre quienes pretenden demostrar que el equipo verdiblanco es, por antonomasia, «el de los intelectuales», frente a su eterno y poco leído rival.

A esta fama contribuyó durante años el hecho de que personalidades como el actor Juan Diego, el periodista Jesús Quintero, el cantante Alejandro Sanz o el médico y novelista Francisco Gallardo, sin olvidar al torero Ignacio Sánchez Mejías, que llegó a presidir la entidad. Eso sin olvidar que uno de sus entrenadores, Pepe Mel, debutó como novelista con un texto titulado El mentiroso. «Cuando uno escribe, no deja de estar desnudo ante el que lo lee. Hay parte de mí en lo que está escrito», confesó gravemente el autor.

Nada menos que 100 motivos para ser del Betis son los que reunió en un volumen Daniel Gil, quien aseguraba que «no es un libro sobre fútbol, es un libro sobre el Betis, que es otras muchas cosas. En estas circunstancias actuales [se refería a la primavera de 2014] es una buena herramienta de rearme moral, de darnos ánimos a nosotros mismos pensando en las cosas buenas y las malas que ha habido. Parece mentira que un equipo que tiene tan pocos éxitos deportivos, tenga la masa social que tiene».

Por su parte, el escritor Fernando Fedriani recordaba tras publicar su propio canto de amor al club en forma de novela, Menta y nata, que el Betis «es el equipo de la gente sencilla, al mismo tiempo que de intelectuales». Fedriani es también autor de una historia del Betis para niños, mientras que el cantante y escritor Antonio Luque, más conocido como Señor Chinarro, afirmaba tras publicar Marchito azar verdiblanco, que «el manquepierda bético es la fórmula mágica de Andalucía occidental, de nuestra pobreza con sol y botellines. Mientras no pidamos ayuda a Alemania, es una forma de ser feliz», subrayaba, al tiempo que reconocía que «por desgracia no he leído nada de lo que se ha escrito antes sobre el club, aunque el Betis tiene sin duda su poética. Con mi libro no pretendo pasar a la Historia. Lo borraría a cambio de que el Betis subiera de nuevo a Primera», decía hace tres años. Sus plegarias fueron oídas. A todo esto habría que añadir aproximaciones históricas como las de Manuel Simo, Emilio Carrillo, César del Arco...

El contraataque sevillista ha tardado en llegar. Yonkis y gitanos fue el libro con que José Lobo, padre del blog Palanganismo Exacerbado, se propuso cantar al club rojiblanco. «El título en principio es una provocación», admitió el autor, «pero de lo que se trata en realidad es de hablar de un Sevilla distinto, el Sevilla de gente que no había visto nunca nada, con una adolescencia complicada en la que no había ni para balones, y a la que le daban igual los insultos y los menosprecios», agregaba el autor.

Como respuesta al citado título de Daniel Gil, veía la luz 100 motivos para ser del Sevilla, de Raimundo de Hita, mientras que en A balón pasado Roberto Arrocha reunía a jugadores históricos del Real Betis Balompié y el Sevilla Fútbol Club, a los cuales el autor les sacó el lado más humano.

En los últimos tiempos, cada vez más escritores sevillistas se han animado a proclamarse públicamente como tales, como es el caso del novelista y farmacéutico Manuel Machuca, o los también narradores Joaquín Dolhdan, Isaac Páez o Gregorio Verdugo, si bien todavía esas filiaciones no se han visto demasiado traducidas a artefactos narrativos. Todo se andará, pero de momento ayer tocaba medirse en un campo bien distinto del de las letras: el césped del estadio Ramón Sánchez Pizjuán.