Vivir la fiesta sin salir del barrio es posible

La asociación de vecinos El Pueblo monta por decimoquinto año consecutivo una caseta de Feria para quienes no pueden desplazarse al Real de Los Remedios

16 abr 2018 / 08:00 h - Actualizado: 16 abr 2018 / 08:47 h.
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  • Lunares verdes sobre blanco dominan este año la decoración de la caseta, con 18 mesas y sus sillas de enea.
    Lunares verdes sobre blanco dominan este año la decoración de la caseta, con 18 mesas y sus sillas de enea.
  • La caseta está instalada sobre una explanada de albero. En la parcela contigua incluso han montado atracciones. / Fotografías: Manuel Gómez
    La caseta está instalada sobre una explanada de albero. En la parcela contigua incluso han montado atracciones. / Fotografías: Manuel Gómez
  • Aspecto de la barra del interior de la caseta de El Zodiaco.
    Aspecto de la barra del interior de la caseta de El Zodiaco.

A algo más de cuatro kilómetros del Real de Los Remedios, en un solar ubicado entre la Carretera de Carmona y la avenida Alcalde Manuel del Valle, los vecinos de El Zodiaco disfrutan de la Feria de Abril sin salir de casa. Ello es posible gracias a la singular caseta que instala en un solar la asociación de vecinos El Pueblo desde el año 2004, cuando surgió esta iniciativa para «traer la Feria a la gente que no puede ir. En el barrio hay muchas personas mayores que no se pueden desplazar y otra gente que no tiene caseta en el Real porque van por invitaciones. Se habló con el distrito y nos cedió el terreno para montar la caseta y que disfruten un rato de la Feria», expone José Luis Ruiz de Celis, que se ha estrenado en el cargo de presidente este mes de enero pero que vive en la zona «desde los nueve años, y ahora tengo 52», recalca dando a entender que lleva afincado allí toda la vida.

Se trata de una caseta que se empieza a montar «nada más termina la Semana Santa, que es cuando nos ponemos manos a la obra a decorarla para la Feria». En el montaje participan todos los miembros de la directiva, que tiene mayoría de mujeres (cuatro por dos hombres, el presidente y el tesorero). «La asociación estaba envejeciendo y apenas había juegos de hombres (dominó, cartas...), y me he atrevido a darle un vuelco para que las mujeres participen», explica Ruiz de Celis.

«Se nota la mano femenina, incluso han ayudado mujeres que no pisaban la asociación. Este año dominan los lunares blancos y verdes, al estilo bético aunque yo soy sevillista», dice en alusión a la decoración de un módulo incluso mayor que los simples del recinto ferial. De hecho, el aforo es «para unas 100 personas», 72 de ellas sentadas en las 18 mesas verdes de estilo sevillano, cada una con sus cuatro sillas de enea.

Amén de los adornos con flores naturales (geranios, gitanillas...) en un sinfín de macetas que cuelgan de las paredes, la pintura y otras partidas menores en materiales, la asociación ha tenido que hacer frente este año a un gasto imprevisto: «La lona de la caseta tenía ya muchos años y con tanta lluvia ha sido necesario alquilar un sobretoldo, que nos ha costado 580 euros con el montaje incluido».

«Lo que nos ahorramos es la mano de obra» y lo que aporta el distrito [San Pablo-Santa Justa], en especie: el tablao, las mesas y sillas...

Esta miniferia del núcleo residencial El Zodiaco coincide plenamente en el tiempo con la de Los Remedios, de tal modo que se inauguró el sábado por la noche con el tradicional pescaíto, a partir de las nueve de la noche y hasta las dos, con el aforo completo mediante reserva, y el preceptivo alumbrao a la medianoche. El resto de jornadas, desde este domingo y hasta el sábado próximo, la caseta funciona desde las 12.00 horas del mediodía hasta la una de la madrugada, «que es cuando tenemos que cortar la música». Para la clausura el sábado está prevista la actuación del coro rociero de la asociación de vecinos.

El ambigú está a cargo de Francisco, un profesional que tiene a toda su familia en la faena, preparando las viandas típicas de la Feria: gambas, langostinos, tortilla, jamón, pijotas, chocos, adobo... y por supuesto manzanilla, rebujito y demás bebidas, todo a precios populares ya que esta es una caseta «abierta a todo el mundo, por supuesto, por algo nos llamamos El Pueblo», presume Ruiz de Celis, que espera un público variopinto: «Jóvenes, jubilados, trabajadores... Se trata de traer un cachito de la Feria al barrio».