Manuel Escribano permanece ingresado en la UCI de la clínica del Perpetuo Socorro de Alicante para recuperarse de la gravísima cornada que sufrió en la tarde del sábado. El percance llegó al entrar a matar al cuarto toro del hierro de Adolfo Martín en el penúltimo festejo de la feria de las Hogueras de la capital levantina. El diestro de Gerena, que había redondeado una gran actuación en sus dos toros, alternaba con el torero murciano Paco Ureña y el matador local Francisco José Palazón.
El torero fue operado de urgencia en la enfermería del coso alicantino antes de pasar a la clínica. Escribano pasó la primera noche con molestias y tuvo que volver al quirófano a primeras horas de la tarde de este domingo para resolver unos problemas circulatorios en la pierna herida. Según ha explicado uno de sus hombres de confianza, José Luis Blanco, en el portal especializado Mundotoro, se trataba de una operación “previsible”. “A lo largo de la mañana se ha ido encontrando peor porque estaba obstruido el regreso del riego de la pierna, es decir, la bajada de la sangre iba bien, pero no de vuelta” ha señalado Blanco precisando que “había un músculo que le oprimía e impedía el riego correcto. Le han partido el músculo bajo anestesia epidural y ya se está recuperando”. El escueto parte oficial firmado por el doctor Reyes señala que “la evolución es satisfactoria” recordando que el matador, que permanece ingresado en la UCI, ha sido intervenido de nuevo para “tratamiento de síndrome compartimental”.
El propio Blanco ya había explicado en Mundotoro que al torero no se le llegaron a practicar transfusiones a su llegada al centro sanitario alicantino a pesar de la enorme hemorragia. «Perdió 1,2 litros de sangre y al estar la vena femoral y la safena en peligro de regularización prefieren no hacerle transfusiones y que se recupere por vía natural ya que posee una naturaleza fuerte», detalló Blanco.
El primer parte oficial firmado por el doctor Reyes -que calificó el percance como muy grave- al término de la operación de urgencia que se le practicó en la enfermería de la plaza señala que Escribano sufre una «herida por asta de toro en triángulo de Scarpa de 12-14 centímetros de profundidad que produce arrancamiento completo de vena femoral y safena interna». El mismo documento detalla que el torero también tuvo que ser intervenido de una «evisceración de testículo izquierdo con pérdida de superficie escrotal». El matador de Gerena, además, llegó a la enfermería sufriendo un «cuadro hemorrágico severo con shock hipovolémico».
Escribano ya había cortado una oreja de su primer enemigo y logró arrancar otra del toro que le hirió. El trofeo fue recogido por su subalterno Jaime Padilla, que se lo llevó a la enfermería.