Observatorio taurino

Observatorio taurino: Hablando de novilleros, estrategias y el vil metal

Los festejos de promoción han marcado el ambiente taurino hispalense durante las últimas semanas pero el cotarro se había animado con la posibilidad –frustrada- de ver enfrentados a Morante y Pablo Aguado en un ‘vis a vis’

22 jul 2019 / 09:44 h - Actualizado: 22 jul 2019 / 11:13 h.
"Podemos","Toros","Empresas","Observatorio taurino","Real Maestranza","Málaga","El Juli","Cayetano Rivera","Andrés Roca Rey","Andrés Roca Rey","Pablo Aguado"
  • Segunda corrida de Promoción. / Toromedia
    Segunda corrida de Promoción. / Toromedia

Este mismo jueves se celebrará la final del tradicional ciclo de promoción de nuevos valores, que alcanza este año su XXXV edición desde su puesta en marcha en el ya lejano año de 1985. Las tres orejas cortadas por Uceda Vargas, Solalito y González-Écija han servido de salvoconducto para este duelo definitivo que pone en juego el codiciado vestido de torear que regala la Real Maestranza de Caballería. Por el camino se ha quedado un puñado de nombres que también habían hecho merecimientos para encajarse en la final. Pero los tiros van por otro lado y en los últimos años se ha consagrado un parámetros para cortar el preceptivo trofeo: matar pronto, da igual cómo. Con la oreja en la mano, ésa es la verdad, no se valoran otros factores. ¿Quién le pone el cascabel a este gato? En cualquier caso, que gane el mejor, con o sin esas orejas que no siempre son la verdadera medida de las posibilidades de los aspirantes. Más allá de flamante traje de luces, se juega colocarse en un inmejorable trampolín y encajarse en las novilladas picadas que se celebren en la plaza de la Maestranza en la siguiente temporada. La partida de los novilleros, desgraciadamente, hay que jugarla en muy pocas plazas. En estos días se conocían algunas cifras, analizadas por el portal especializado Taurología.com. El caso es que de los 83 festejos mayores –ya serían algunos más si sumamos los de El Puerto- incluidos en las 16 ferias que se anuncian para agosto y la primera quincena de septiembre sólo se han programado siete novilladas. Serán en los abonos de Málaga, Colmenar Viejo, Gijón, Bayona, Albacete –que incluye dos- y Ronda, aunque ésta es sin picar. Llegados a este punto habría que reivindicar una figura, progresivamente desaparecida pero necesaria para separar el grano de la paja. Hablamos de esos veedores de talentos que antes pululaban en las esquinas del toreo con una vocación casi bohemia. Los vericuetos del negocio se han llevado a esos catadores de presuntas figuras. Y deberían ser las grandes empresas las que habilitaran algún medio de pescar toreros en el maremágnum de la cantera. Nos jugamos el futuro.

Un ‘mano a mano’ frustrado

Pero hay más cosas de las que se ha hablado en estos días. Algunas de ellas no han pasado del rumor o, mejor dicho, del conato de proyecto si nos atenemos a lo publicado en El Mundo en dos fechas consecutivas. En la primera se anunciaba una reunión de los apoderados de Morante y Pablo Aguado –léase Toño Matilla y Rafael García Garrido- para discutir los detalles de un presunto mano a mano que enfrentara a ambos diestros en la Feria de Otoño de Madrid. Se hablaba hasta de toros reseñados para la ocasión. La cumbre bilateral no llegó a celebrarse. Según la información vertida en el mismo diario al día siguiente –hablamos del pasado viernes- fue Morante el que canceló cualquier posibilidad de verse enfrentado con el nuevo paladín hispalense en el ruedo de la corte. Pero el asunto tendría más chicha. El presunto convidado de piedra en este proyecto habría sido el mismísimo Simón Casas, partícipe del equipo de apoderamiento de Aguado junto a Antonio Vázquez y Garrido que, con Casas, comanda la plaza de Las Ventas. Parece que el asunto se habría intentado guisar a espaldas del productor francés que, parafreseando a Diodoro Canorea, ha sentenciado que Aguado “ya volverá a Madrid en San Isidro”. La verdad, sólo la conocen los interesados.

Money, money...

Hay que hablar de dinero: el ayuntamiento de Roquetas de Mar –que es empresa de su flamante plaza de toros- ha vuelto a servir de baremo de la cotización del escalafón de matadores. La verdad es que hay algunos datos que llaman poderosamente la atención: Pablo Aguado, que habrá recibido 30.000 euros por su bolo en el coso de Las Salinas, sólo percibirá 3.000 más que un torero a la vuelta de todo –y de escaso tirón en la taquilla, por cierto- como Sebastián Castella. La cifra podría resultar más o menos ajustada a un coso de tercera como el de la pujante localidad almeriense pero el asunto empieza a chocar cuando descubrimos que a Perera le apoquinan casi 40.000 –en 2018 fueron 36.000- y a El Juli le siguen aflojando ¡90.750 pavos del ala! Por cierto el diario Ideal da idea, valga la redundancia, del caché que tenía que haber percibido Andrés Roca Rey, caído de la cartelería por la lesión que le mantiene apartado de la contienda en la yema el verano y sin fecha de vuelta. Si en 2018 percibió 50.000 euros, este año le esperaban 75.000 machacantes, una cifra que difícilmente percibirá Cayetano Rivera, su sustituto, pero que sigue estando considerablemente alejada del astronómico salario de Julián López, que factura a través de una sociedad. A partir de ahí comienzan las preguntas: El asunto ya dio que hablar el año pasado, revelando las abismales diferencias dinerarias entre unos y otros toreros sin tener en cuenta su poder en ventanilla. La cuestión sigue siendo recurrente y envenena los sueños de las empresas más encopetadas: ¿Se está cobrando realmente lo que se genera? Ahí encalla el asunto... Vamos a ir bajando la persiana pero no nos podemos marchar sin volver a señalar un acontecimiento del que ya tuvieron cumplida cita en estas mismas páginas electrónicas, el pasado sábado. Pero la efemérides, realmente, se cumple hoy. No es otra que el XL aniversario de la alternativa de un matador irrepetible, de un torero histórico que es leyenda viva. Sí, hablamos de Paco Ojeda, uno de los más grandes que ha dado este hermoso y antiguo oficio que nace del diálogo íntimo y desnudo de un hombre con una res brava. Ojeda es la última leyenda del toreo.