Una Feria bajo el efecto ‘Orgullito’

Los nombres de El Juli, Manzanares, Pepe Moral, Roca Rey y Talavante figuran en el cuadro de honor de un ciclo taurino que pasará a la historia por el indulto del gran toro de Garcigrande

24 abr 2018 / 11:34 h - Actualizado: 24 abr 2018 / 11:36 h.
"Toros"
  • El Juli cuajó de cabo a rabo la excelente embestida de ‘Orgullito’, quinto toro de un notable y entipado encierro de Garcigrande que mereció el perdón de su vida. / Antonio Delgado-Roig
    El Juli cuajó de cabo a rabo la excelente embestida de ‘Orgullito’, quinto toro de un notable y entipado encierro de Garcigrande que mereció el perdón de su vida. / Antonio Delgado-Roig
  • El diestro madrileño es el triunfador absoluto del ciclo. / Antonio Delgado-Roig
    El diestro madrileño es el triunfador absoluto del ciclo. / Antonio Delgado-Roig

No hay dudas: la Feria de Abril de 2018 tiene un rotundo triunfador que se enhebró a la perfección a la bravura posmoderna de Orgullito, el gran toro de Garcigrande que encontró el perdón de su vida embistiendo el capote y la muleta de El Juli. Son las cosas del toreo. El diestro madrileño había bajado a su propio infierno hace un lustro, en esta misma plaza, y con un toro de la misma ganadería que le infirió una de las cornadas más graves de su vida. La providencia quiso que fuera otro animal del mismo hierro el que le elevara al cielo en una grandiosa actuación que ya forma parte de los anales del coso.

Pero es que El Juli se encontró esa misma tarde con otro ejemplar de altísima nota al que cortó dos orejas un punto desmesuradas después de una faena maciza pero un punto tensa.

El siguiente matador de este particular palmarés abrileño es José María Manzanares pero... ¿Qué le pasa a Manzanares? Se acercó a sus mejores fueros con un excelente cuvillo al que toreó de forma excepcional aunque, eso sí, dejando la impresión de guardarse algo dentro. Esa misma impresión volvería a repetirse con otro toro de nota, el mejor del decepcionante envío de Juan Pedro Domecq, al que cuajó sin clamor y mató de cine. Se lleva tres orejas para Alicante pero, posiblemente, puede y debe estar mejor.

El tercer triunfador del ciclo abrileño, otro año más, es Pepe Moral. Ya había cortado una oreja a la corrida de Las Ramblas -ese festejo varado en tierra de nadie- gracias a su excelso toreo al natural. Pero salió resuelto a triunfar en la miurada sorteando, además, el mejor lote del envío. Se llevó dos orejas que estuvieron a punto de ser tres. Su papel cotiza al alza. ¿Y qué decir de Roca Rey? El paladín limeño sale revalorizado de Sevilla. Estuvo cerca de cortar la segunda oreja a un toro de Victoriano del Río al que toreó con excelencia al natural. Ese mismo día, Ferrera anduvo cerca de llevarse otro trofeo esbozando su nueva versión manierista que, visto lo visto, ha sido menos rentable que ese clasicismo natural que enamoró el pasado año. Cuidado... Detengámonos en el extraño caso de Talavante:_gustaron las bonitas faenas que endulzaron el mal trago de los toros de Matilla; desesperó la incompetencia absoluta con la que despachó la de Garcigrande y enamoró su gran trasteo al tercer cuvillo que le sirvió de desagravio.

Pero hay más cosas buenas que contar, como la proyección que anuncia Pablo Aguado, entregado, templado y natural con un buen lote de Torrestrella. Tampoco hay que olvidar el trofeo que se llevó Ponce sin terminar de despeinarse con un buen garcigrande; dejemos también en el cuadro de honor la versión más genuina de El Fandi; el arte y ensayo de Curro Díaz o los esfuerzos de Ginés Marín. Menor entidad, esa es la verdad, tuvieron los trofeos obtenidos por Bolívar o Garrido aunque tampoco hay que olvidar el que le pidieron con fuerza a Padilla.

Poco más hay que contar de una feria que dejó en el limbo a toreros como Lama, Serna, Adame, Perera o Román, que resultó herido. También hay que mencionar la mala suerte de Escribano o los esfuerzos de Luque en la decepcionante corrida de Victorino. Mucho menos recuerdo dejaron Javier Jiménez, El Cid o Castella aunque será mejor olvidar las actuaciones de Juan Bautista y, sobre todo, la de López Simón.

Aún hay sitio y tiempo para un apresurado repaso ganadero, empezando por las decepciones. La peor corrida fue la de Matilla;_un único ejemplar -de muy buena nota- salvó la de Juan Pedro y también fallaron los esperados encierros de Jandilla y Victorino. A partir de ahí se pueden reseñar ejemplares sueltos dentro del desigual envío de Victoriano del Río; también sirvieron tres de Las Ramblas;_dos en la de Torrestrella; hasta tres en la ganadería debutante de La Palmosilla; tres o cuatro en la noble corrida de El Pilar;_dos excelentes toros en el serio encierro de Fuente Ymbro y un nobilísimo cuarto miura. Dejamos aparte Garcigrande y Cuvillo. Se acercaron al ideal del toro de Sevilla.