Funcionarios

La Junta incorporará las competencias digitales en la selección de los empleados públicos

En un momento en el que el Gobierno andaluz saca pecho por el uso de la Inteligencia Artificial en muchos de sus procesos administrativos, aún existen trabajadores públicos más reticentes al uso de las tecnologías

Funcionarios andaluces en sus puestos de trabajo.

Funcionarios andaluces en sus puestos de trabajo. / SANCHEZ MORENO

Victoria Flores

Victoria Flores

Los funcionarios andaluces se reciclan para adaptarse a las tecnologías. Cada vez es más habitual que los ciudadanos andaluces se relacionen con la Junta de Andalucía de forma digital. Desde la app Toda la Junta junta hasta la solicitud de ayudas se realiza telemáticamente y desde la Consejería de Justicia, Administración Local y Función Pública reconocen que "la alfabetización digital es un deber de todos". Por ello, la administración se ha puesto las pilas para que sus empleados tengan una buena relación con la tecnología.

El funcionariado andaluz está envejecido, esto es un hecho. Siete de cada 10 funcionarios de la administración andaluza tiene más de 50 años. La edad media no para de crecer y si hace unos años se situaba en 47,5 hoy está en 54,17. Si bien desde la Junta de Andalucía sostienen que esta situación hace que en la administración haya "una gran experiencia profesional acumulada", también supone que la implantación de la tecnología no sea tarea fácil. Muchos empleados públicos llevan años realizando las mismas tareas y un cambio puede ser difícil de aceptar.

El 71,30% del personal al servicio de la administración general de Andalucía tiene más de 50 años, una cifra superior a la de la administración española, que está en el 60%. Además, casi el 50% de los trabajadores se concentran en el tramo de 51 a 60 años, mientras que a nivel nacional suponen el 43,54%. Por el contrario, los menores de 25 solo son el 0,01%.

En un momento en el que la Junta de Andalucía saca pecho por el uso de la Inteligencia Artificial en muchos de sus procesos administrativos, aún existen trabajadores públicos más reticentes al uso de las tecnologías. Desde Función Pública reconocen que el manejo de las competencias digitales no es una cuestión solo de profesionales TIC. Bajo esta premisa, desde el Instituto Andaluz de Administración Pública recuerdan que la ley andaluza de función pública así lo exige y que de esta forma se les exige "poner en marcha las acciones formativas que ya están puestas en marcha".

La administración se digitaliza

El IAAP desarrolla un "ambicioso" plan para que los trabajadores de la administración desarrollen sus competencias digitales. Según defiende a El Correo de Andalucía el director de la Secretaría General para la Administración Pública, Arturo Fernández, explica que "son miles de profesionales los que han pasado por ahí". Aunque no dan fecha, de aquí a un futuro próximo la administración andaluza estrenará un mapa de competencias digitales. Desde la Secretaría General preparan este proyecto junto a la Agencia Digital de Andalucía (ADA), un organismo desde el que Consejería de Presidencia planifica todas las políticas relacionadas con la digitalización para posicionar a Andalucía "entre las economías digitales más avanzadas".

Muchos procesos se están digitalizando en la Administración y aunque para algunos relacionarse con las tecnologías resulta algo natural, hay muchos empleados públicos a los que les cuesta más trabajo. Estos planes que "será de implantación obligatoria en los nuevos procesos selectivos planes de formación". "Tienen que ir a cubrir donde todavía pueda quedar algún personal funcionario laboral que carezca de esas competencias", sostiene Domínguez.

Pese a que la administración reconoce que puede haber puntos de flaqueza en la digitalización de los empleados públicos, el director de Función Pública aclara que "un servidor público hoy en día no es posible que no tenga las competencias digitales básicas". Domínguez señala que la propia ley de función pública "obliga" a que exista una relación entre la administración y los medios electrónicos. "No puede no tener las competencias básicas", sentencia el alto cargo de la Consejería.