Financiación autonómica

Moreno prepara un arranque de curso cargado de movilizaciones ante el "agravio" de la financiación catalana

El PP andaluz espera que el cupo catalán provoque en los andaluces un movimiento similar al que se produjo en 1977 para pedir la autonomía, pero los expertos ven difícil que esto pueda ocurrir

El presidente andaluz, Juanma Moreno, se enfrenta en el Parlamento contra el PSOE por la financiación autonómica.

El presidente andaluz, Juanma Moreno, se enfrenta en el Parlamento contra el PSOE por la financiación autonómica. / Francisco J. Olmo

Victoria Flores

Victoria Flores

El curso político está a punto de empezar y el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ya calienta motores. El popular intenta liderar la lucha contra el cupo catalán desde Andalucía, una de las comunidades más afectadas y durante las últimas semanas de veranoha ensayado su discurso y ha medido la temperatura de la sociedad frente al "agravio" de la financiación. "Nos fuimos de vacaciones con una España fruto del consenso constitucional del 78 y nos vamos a encontrar en septiembre un nuevo modelo de estado confederal y asimétrico que nos convierte en españoles de primera o de segunda", denunció el presidente de la Junta hace unos días en Mijas. El líder de los populares apeló a las protestas del 77, bajo el lema de "café para todos", para llamar a los andaluces a movilizarse como lo hicieron entonces.

Esta semana la nueva portavoz del Gobierno de la Junta y consejera de Hacienda, Carolina España, ha insistido en la necesidad de que los ciudadanos de Andalucía se movilicen como entonces. En la Feria de Málaga, la popular aseguró que estas concesiones son un "atentado a la igualdad y la solidaridad territorial".

El consejero de Presidencia, Antonio Sanz también se ha sumado a estas denuncias y criticó a la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por negar la posibilidad de crear un fondo de nivelación. Así, Sanz aseguró que la Junta intentará "con todas las armas posibles, jurídicas y políticas, que no se cometa este atropello contra Andalucía". Al hilo de las peticiones de sus compañeros, ha animado a que los andaluces "nos rebelemos claramente".

Moreno ha tirado de historia andalucista para pedir a los ciudadanos de la comunidad autónoma que se manifiesten contra el modelo de financiación autonómica. El 4 de diciembre de 1977 casi dos millones de andaluces salieron a la calle para pedir la autonomía. Casi 50 años después, la polarización y la falta de puntos de unión entre ambos lados del arco político dificultan las opciones de una nueva manifestación que mueva a millones. En los 70 los ciudadanos pedían con "ilusión", según la consultora de comunicación política Celia López, "un cambio radical en el modelo de país" y ahora, explica, hay que ver "hasta qué punto esto va a ser un agravio" que movilice a la gente.

Un panorama muy diferente al de los 70

Frente a lo que ocurrió en la transición, cuando la ciudadanía venía de una dictadura, Pedro Marfil, politólogo miembro de la Asociación de Comunicación Política (ACOP) señala que "contamos con un sistema democrático estable, con garantías democráticas y nos dicen que vienen los de negro o lo que sea, pero en el fondo el ciudadano tiene un bienestar social mínimo garantizado". Por ello, el experto apunta que la ciudadanía puede salir a la calle "un domingo, sí; dos domingos, bueno; pero tres ya...".

El socialista Salvador Illa ya es president de Catalunya, pero, pese a las exigencias de ERC, todavía no se sabe qué medidas concretas va a tomar el Gobierno de España para cumplir con la "financiación singular" prometida a los independentistas, cuya definición -si es concierto o no- ha provocado que Josep Borrell, alto representante de Exteriores de la Comisión Europea y una de las voces más destacadas dentro del PSOE contra el procés, haya elevado el tono tras la rueda de prensa de Montero de esta semana en Rota.

Moreno espera poder mantener la llama contra el cupo catalán, pero el politólogo avisa de que el PP está haciendo estos movimientos en agosto y hay que esperar a que llegue el inicio del curso político para ver qué temas marcan la agenda este otoño. "El tema nos viene en verano y nos puede pasar que quememos el tema antes de que lo haya", explica Marfil.

Esto ya ocurrió con la amnistía, cuando el PP comenzó a movilizarse tras las elecciones generales y cuando se aprobó la ley, el balón se había desinflado, según los politógos consultados. Las manifestaciones empezaron en cuanto se presentó la posibilidad de que Pedro Sánchez repitiera como presidente de España. Los populares se movilizaron por distintos puntos de la geografía nacional para pedir que no se aprobara una medida de gracia a favor de los condenados por el proces y en la primera protesta concentraron a unas 50.000 personas en Madrid. Durante nueve meses las formaciones de derecha y extrema derecha siguieron convocando a los ciudadanos, pero estas manifestaciones se fueron desinflando.

A la espera de conocer alcance

Aunque es cierto que desde las formaciones de izquierda andaluza se ha denunciado el cupo catalán, López sostiene que "este tipo de concesiones a Cataluña, son diferentes a la amnistía, pero tampoco han tenido un alcance en el electorado progresista que cambie el tablero político". Con muchos andaluces todavía de vacaciones -o pensando en ellas- es difícil medir qué opinan los ciudadanos los cambios en la financiación autonómica, por lo que habrá que esperar al próximo CIS para ver si este tema se cuela entre las principales preocupaciones de los votantes.

"Este tipo de concesiones a Cataluña, son diferentes a la amnistía, pero tampoco han tenido un alcance en el electorado progresista que cambie el tablero político"

Celia López

— Consultora de comunicación política

La experta recuerda que Moreno lleva ya mucho tiempo exigiendo cambios en la financiación autonómica y denunciando un "agravio". López también destaca que ya cuando se produjo la polémica de protocolo en la Copa del Rey, el dirigente andaluz se manifestó en contra del cupo catalán, por lo que el tema no es nuevo para él y aseguró que "eso no se lo harían al molt honorable president de la Generalitat". "Aquí somos andaluces y merecemos respeto", sentenció en aquel momento. Aunque con menos intensidad, Moreno reclama cambios en la financiación desde el inicio de la legislatura.

El presidente de la Junta es uno de los líderes más críticos con el cupo catalán, lo que le sirve también para ganar peso dentro de su partido a nivel nacional. Aunque el presidente valenciano, Carlos Mazón, intenta cobrar protagonismo, Marfil señala que el PP se lidera ahora mismo "como un tridente": el líder nacional, Alberto Núñez Feijóo; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y Moreno, que representa un perfil más moderado que la madrileña. "Es una muy buena oportunidad si quiere sumar peso específico porque Andalucía es una de las comunidades que más tiene que decir en el tema de la financiación", insiste.