ENERGÍA

Naturgy lanza un plan de futuro para accionistas que “quieran estar” y sin esperar a la entrada de nuevos socios

La energética se da cuatro meses para tener lista una hoja de ruta hasta 2030 que aprobarán los socios actuales, mientras se buscan alternativas tras el fracaso de la opa de Abu Dabi.

El nuevo plan no incluirá la división del grupo en dos compañías ni contemplará el nombramiento de un CEO para repartir el poder ejecutivo con el presidente.

El presidente de Naturgy, Francisco Reynés.

El presidente de Naturgy, Francisco Reynés. / A. Pérez Meca - Europa Press

David Page

David Page

Naturgy se lanza a rediseñar de manera anticipada su estrategia hasta final de la década. El grupo energético ha decidido acelerar el lanzamiento de un nuevo plan estratégico para el periodo 2025-2030, con el objetivo de tenerlo listo en apenas cuatro meses y de presentarlo antes de que termine este año. “Ha llegado el momento de plantear un futuro más ambicioso”, ha sentenciado el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, en la presentación de los resultados semestrales del grupo, que ha conseguido mantener el beneficio en los niveles récord del año pasado y ha mejorado sus previsiones para el conjunto de 2024.

El anuncio de Naturgy de una renovación total de la hoja de ruta para los próximos años llega tras el intento fallido de reordenar su accionariado para dar salida a los fondos CVC y GIP y dar la entrada del grupo emiratí Taqa con una opa conjunta con Criteria -el brazo inversor de la Fundación LaCaixa y principal socio con un 26,7%- que acabó descarrilando antes de lanzarse. Criteria se ha mostrado dispuesta a liderar una nueva reordenación del accionariado de Naturgy y a activar la búsqueda de otras alternativas para dar estabilidad al capital con uno o varios nuevos socios para sustituir a los fondos de inversión que quieren salir.

El acelerado calendario que maneja Naturgy para presentar su nuevo plan estratégico antes de fin de año obliga a aprobarlo con el respaldo de los actuales accionistas de referencia (los que seguirán a largo plazo y los que en principio prefieren irse) y sin esperar a la eventual entrada de nuevos socios. “Debemos tener un plan que aglutine a todos los accionistas que quieran estar. No tenemos que decir quién se tiene que ir y quién se queda”, ha subrayado Reynés en un encuentro con medios de comunicación.

“Que esté el que quiera estar. Cada uno que tome libremente sus decisiones (…) Cualquiera que quiera entrar siempre será bienvenido porque demuestra interés. Y cualquiera que tenga ganas de salir, pues buena suerte”, ha sentenciado. La dirección comandada por Reynés elaborará el nuevo plan con “inputs de todos los accionistas actuales” de la compañía. “Lo vamos a trabajar internamente con el consejo de administración de aquí a final de año… con el consejo de administración que representa al actual accionariado”.

CriteriaCaixa analizará diferentes opciones para dar estabilidad al accionariado de Naturgy tras la renuncia el mes pasado del grupo energético Taqa, controlado por el emirato de Abu Dabi, a entrar como gran socio del grupo español. Y el brazo inversor de la Fundación LaCaixa ya había anticipado su interés por lanzar un nuevo plan para reforzar a la energética, la mayor gasista y tercera eléctrica española, mientras trabaja en la reordenación del capital. “Acordaremos el plan para crear valor en Naturgy con estos accionistas o con otros accionistas. Lo primero es asentar el plan de Naturgy con estos accionistas o con otros”, avanzó el consejero delegado de Criteria, Ángel Simón, hace unas semanas.

Sin Géminis ni CEO

De momento, Naturgy sólo ha desvelado objetivos generales del futuro plan que pasarían por impulsar su crecimiento y la creación de valor, ser atractivo para todos sus grupos de interés y avanzar en una “descarbonización responsable”. La nueva hoja de ruta se articulará a través de ejes de actuación que anticipan más inversiones en redes eléctricas y de gas, más inversión para crecer en renovables, reforzar la apuesta por los gases renovables (primero biometano y luego hidrógeno verde) , asegurar la viabilidad de las centrales de gas para dar estabilidad al sistema eléctrico, reforzar el suministro de gas de la compañía y de toda España y desarrollar nuevas soluciones de almacenamiento de energía (singularmente grandes baterías).

La cúpula de Naturgy no ha anticipado nada sobre objetivos financieros o de reparto de dividendos para los próximos años, pero sí que ha desvelado algunas cuestiones que el plan estratégico no contemplará. La hoja de ruta no incluirá la reactivación del malogrado Proyecto Géminis, que contemplaba la escisión del grupo en dos sociedades cotizadas, una para agrupar los negocios regulados de la compañía (las redes de gas y electricidad) y otra que asumiría toda la actividad liberalizada (con las plantas de generación convencional y las renovables y también el negocio de comercialización).

Géminis quedó aparcado por la crisis energética y por el rechazo frontal del Gobierno a permitir la división en dos de un grupo estratégico para el sector energético nacional. “Aún no se dan las circunstancias para poder hacer el Proyecto Géminis”, ha sentenciado el presidente de Naturgy al ser preguntado sobre la segregación se contemplará en el nuevo plan estratégico. “No se dan las condiciones”.

La compañía tampoco contempla revisar su actual sistema de gobernanza, en el que el presidente agrupa todas las funciones ejecutivas (un modelo de agrupación de todos los poderes en un presidente ejecutivo que es ya toda una rareza en las grandes compañías cotizadas, debido a que no se ajusta a los modos de buenas prácticas de gobierno corporativo que exigen los fondos de inversión internacionales). Hace un año los accionistas estudiaron activamente la posibilidad de nombrar a un consejero delegado para repartir el poder con Reynés. Pero la llegada de un número dos se frustró a última hora por la renuncia del directivo elegido, Ignacio Gutiérrez-Orrantia, una figura clave del banco de inversión Citi en Europa. La compañía ahora no estudia reactivar ese proceso de nombrar un CEO. “No está sobre la mesa”, ha zanjado Reynés.

En plena negociación entre accionistas para el lanzamiento de la opa de la emiratí Taqa, el presidente de Naturgy renunció a un bonus como parte de su retribución a largo plazo y lo hizo para poder pronunciarse sobre la operación sin provocar conflictos de interés, dado que parte de esa retribución estaba vinculada a la evolución del valor de las acciones en bolsa. Reynés ha decidido seguir renunciando a ese tipo de bonus en adelante. "Valoro mucho más la libertad que mi dinero, y ante cualquier posible operación que haya en adelante quiero seguir pudiendo actuar de forma libre", ha apuntado.

¿Nuevo mapa accionarial?

La renuncia de Abu Dabi a entrar como nuevo gran accionista de Naturgy empuja al grupo a explorar nuevos escenarios para reorganizar el capital de la primera gasista y tercera mayor eléctrica del mercado español. El grupo Taqa, controlado por el emirato de Abu Dabi, renunció el mes pasado a entrar el capital de la energética y rompió el principio de acuerdo con Criteria, el brazo inversor de la Fundación La Caixa, para lanzar una opa conjunta sobre la energética y compartir el control de la compañía.

CriteriaCaixa busca ahora otras alternativas para estabilizar el capital de Naturgy. Naturgy tiene como grandes accionistas a un grupo español con vocación industrial y de permanencia (CriteriaCaixa, mayor socio con un 26,7%) y tres fondos de inversión extranjeros, en principio con distintas sensibilidades estratégicas y diferentes objetivos inmediatos: el británico CVC (20,7%), el estadounidense GIP (20,6%), en vías de ser absorbido por el gigante BlackRock, y el australiano IFM (15%). CVC y GIP negociaron directamente con Taqa la venta de sus participaciones, en total más de un 41%, para poder abandonar la compañía.

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