NUEVA QUERELLA Y BATALLA JUDICIAL

El PP busca "el cuerpo a cuerpo" con el PSOE y se lanza al desgaste de Sánchez por la "corrupción"

La querella avanza una nueva batalla judicial en la que los populares quieren abrir la vía de la financiación irregular. Feijóo cree que la situación es "ya incontrolable" por la "imagen" que todas las novedades de la trama deja para el PSOE

La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, en la rueda de prensa de este domingo tras el comité de dirección extraordinario.

La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, en la rueda de prensa de este domingo tras el comité de dirección extraordinario. / Gabriel Luengas

“El PP perdió el Gobierno por la corrupción”. En el núcleo de Alberto Núñez Feijóo repiten la frase sin miedo. Otros muchos dirigentes llevan días recordando la sangría que supuso la Gürtel para el partido de entonces y consideran que el PSOE cada vez se acerca más a un marco que es “incontrolable”. Esa es la palabra con la que el líder conservador y su equipo más cercano define ya el camino que ha empezado para Pedro Sánchez. El presidente sigue defendiendo que actuó con “diligencia” al conocer la implicación de José Luis Ábalos en la trama. Pero el último informe de la UCO de la Guardia Civil -que irá a más con los volcados de los teléfonos móviles- tiene novedades que para el PP “implican” directamente al presidente, a las siglas socialistas y al propio Ejecutivo. “Y no va a parar”, rematan.

La querella contra el PSOE que anunció la secretaria general, Cuca Gamarra, este domingo, tras una reunión extraordinaria del comité de dirección, avanza una nueva batalla legal contra el partido de Sánchez por financiación irregular. A los casos que ya están judicializados se suma este paso con el que el PP busca “el cuerpo a cuerpo” con los socialistas en una cuestión muy sensible para todas las formaciones. En el PP lo saben bien.

La número dos del PP se refirió a las informaciones que apuntan a que hubo empresarios que llevaron “bolsas de dinero” en efectivo a la calle Ferraz -sede del PSOE en Madrid- según publicó ‘The Objective’, y la negativa del partido de Sánchez a explicar al Senado esas visitas alegando que se destruyen los registros, y que ahora piden que el juez investigue. Los conservadores están convencidos de que habrá novedades al respecto de esa financiación próximamente y a eso achacan que los empresarios implicados en la trama empiecen a hablar expresamente de ello.

En todo caso, esta querella se suma al resto de acciones que el PP ya ejecuta como acusación particular y que plasmarán en una nueva estrategia política de desgaste total contra el Gobierno. “La imagen es ya irreparable. Los símbolos como pagar el alquiler a la mujer que acompaña a Ábalos, comprarle un chalet o las mentiras en torno a Delcy Rodríguez, son muy difíciles ya de cortar”, reflexionan el PP, mirando también a los socios de la coalición.

Como publicó este diario, Feijóo sigue sin ver la moción de censura, consciente de que no tiene los apoyos como para sacarla adelante. Pero eso no significa, reconocen en Génova, que no vayan a intentar presionar y retratar a los partidos que respaldan al Ejecutivo, sobre todo PNV y Junts, pero también otros de la izquierda nacionalista que se dicen implacables contra la corrupción.

De ahí que el líder del PP hablara abiertamente de que los nacionalistas vascos tendrán que “consultar su conciencia” o que afirme que “la hemeroteca dice que las alianzas se resquebrajan”. Esa reflexión fue una de las que hizo Feijóo en los tradicionales corrillos del Palacio Real el 12 de octubre. En Génova añaden: “Esta situación encarece y complica los apoyos a Sánchez, incluidos los Presupuestos. Los socios están incómodos en este apoyo y veremos si terminan dando respaldo o no”. Gamarra aludió directamente al “silencio” que por ahora mantienen todos los socios. El objetivo no es recabar apoyos para la moción de censura en este momento, sino incrementar la incomodidad en seguir apoyando a Sánchez.

Feijóo, con los agentes sociales

Las novedades del caso Koldo han irrumpido en los días en los que el PP trataba de recuperar la iniciativa política tras una semana muy dura internamente por la reforma legal aprobada en el Congreso por la que podrían rebajarse penas de prisión a miembros de ETA e incluso anticipar excarcelaciones. El Senado finiquita hoy la tramitación parlamentaria y los conservadores siguen intentando buscar algún tipo de freno, aunque reconocen “que apenas hay margen”.

La crisis interna que desató el “error” del PP -que tiene muchas aristas- ha impedido a los conservadores seguir con su agenda social, inaugurada desde hace semanas y con la que Feijóo pretendía exhibir una alternativa política mientras Sánchez seguía “atrapado” en sus pactos parlamentarios. 

De hecho, a lo largo del lunes y el martes el líder popular se verá con las patronales y los sindicatos para abordar la ley de conciliación que su partido registró en el Congreso. El primer día es el turno de CEOE y CCOO y, ya el segundo, se verá con UGT y Cepyme. El PP ha apostado fuerte por la ley de conciliación que se mete de lleno en asuntos que los conservadores no habían planteado hasta ahora: desde el aumento de los permisos por maternidad y paternidad hasta las 20 semanas a la flexibilización de la jornada laboral con una medida consistente en un banco de horas y no propiamente la reducción a cuatro días que quiere el Ministerio de Trabajo, pasando por medidas como la gratuidad de las escuelas infantiles de cero a tres años en toda España (y que ya funciona en algunas comunidades autónomas del PP).

Las reuniones se mantendrán, pero los conservadores reconocen que la trama Koldo y las iniciativas puestas en marcha ponen muy difícil hablar solo de conciliación estos días. Las reuniones se mantendrán, pero el foco seguirá puesto en el PSOE hasta que el miércoles Feijóo se vuelva a ver en su cara a cara con Sánchez en la sesión de control.

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