Feijóo pasa a presionar a PNV y Junts ante la "gravedad" del caso Koldo por ser "cómplices" de la corrupción

Para el PP hay “más motivos que nunca” para presentar una moción de censura contra el Gobierno. Pero por ahora no lo hará. Lo que sí va a hacer el partido de Alberto Núñez Feijóo es aumentar la presión contra los socios de Pedro Sánchez lanzando la idea de que la “gravedad” de la situación -en referencia a las novedades de la trama Koldo que arroja el último informe de la UCO de la Guardia Civil- implica la necesaria revisión de las alianzas del Gobierno o estarán siendo, de alguna manera, “cómplices” de la corrupción.

La recepción de este 12 de octubre en Palacio Real no permitió casi hablar de otro asunto. El cerco al exministro José Luis Ábalos -a un paso de ser imputado- y todas las derivadas que se están produciendo y las que están por salir acapara todo el debate político de este momento. “Nunca la corrupción ha ido tan lejos y ha llegado tan cerca de Moncloa”, dijo el propio Feijóo en los tradicionales corrillos con periodistas después del saludo con los Reyes. El dirigente conservador asegura que la situación ha pasado a ser "incontrolable" y se muestra convencido de que "no va a parar".

Hasta el punto de que el PP ha convocado un comité de dirección extraordinario este domingo en Génova para analizar todas las novedades y la respuesta del partido. En el foco, además del papel de Ábalos, están las explicaciones que hasta ahora había dado el presidente sobre la visita de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en enero de 2020 a Barajas; las menciones al “número 1” que aparecen en el nuevo informe en referencia a Sánchez y las reuniones en torno al rescate de Air Europa.

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En la cúpula conservadora consideran que el PSOE habla constantemente del “caso Ábalos” para establecer un cortafuegos “que es imposible” por la cercanía que tenía el secretario de Organización del partido con el presidente. Feijóo considera que el desenlace del caso todavía está lejos - “estamos solo en el nudo” dijo ayer en Palacio Real- sugiriendo que el volcado de móviles de muchos de los implicados todavía arrojará información. Para el PP es esencial además que “toda la información” llegue al juez y recalca que la ley de secretos oficiales podría estar impidiéndolo.

Por eso, más allá de las medidas que sigan tomando como acusación particular, los esfuerzos políticos del PP se van a centrar también en gran medida sobre los socios de Sánchez. Quizá el PNV es el partido al que más van a presionar. “Debería consultar con su conciencia qué hacer”, repiten en la cúpula conservadora, recordando que los nacionalistas vascos apoyaron la moción de censura contra Mariano Rajoy en 2018 por la corrupción del ‘caso Gürtel’. Y de ahí que ahora, de nuevo, en el PP, adviertan: “La hemeroteca dice que las alianzas de investidura deberían resquebrajarse”.

El PP cree que el PNV entrará “en un conflicto moral” por mucho que gobierne con los socialistas en Euskadi y a pesar de la fidelidad que le están asegurando al Gobierno esta legislatura. Los conservadores reconocen que a pesar de las “muchas razones” que ven para presentar la moción de censura, “nunca ha habido tanta obediencia de los socios” de la coalición gubernamental. A su juicio, “aguantarán hasta que reviente porque nunca un presidente ha sido tan barato” en sus cesiones. “Al toro hay que sacarle la muleta cuando toca porque si no, te puede dar una cornada”.

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Con esa frase tan clara Feijóo despejó la inminencia de la moción de censura mientras, eso sí, en su partido reconocen que ahora la situación entra en una nueva fase de presión a los socios. 

La convocatoria de un comité de dirección en pleno domingo revela que Génova intensifica la estrategia contra Sánchez por la corrupción. Feijóo tiene previstas reuniones con la patronal y los sindicatos lunes y martes porque pretende recuperar su agenda de políticas sociales -especialmente la ley de conciliación- tras semanas convulsas. A eso se suma que el lunes la reforma legal que puede rebajar condenas a presos de ETA -y que el PP apoyó por error, lo que ha provocado un terremoto interno- llega al Senado con su tramitación parlamentaria final.

Los conservadores necesitan pasar página tras una semana muy dura internamente. Y su objetivo es ya centrar todo el foco en el Gobierno y en todo lo nuevo sobre el caso Koldo, que, además, advierten en Génova “irá a más”. La secretaria general, Cuca Gamarra, comparecerá al final de la reunión.