Polémica sardinas

¿Riesgo o beneficio? La verdad detrás de las sardinas en lata, según la Universidad de Harvard

Recetas extraordinarias con sardinas de lata

SARDINAS EN LATA CONSERVADAS EN ACEITE DE OLIVA (I). LOGO UNIVERSIDAD HARVARD

SARDINAS EN LATA CONSERVADAS EN ACEITE DE OLIVA (I). LOGO UNIVERSIDAD HARVARD / El Correo

Manolo Ruiz

Manolo Ruiz

En medio de la controversia sobre el consumo de sardinas enlatadas es hora de recurrir a la ciencia para discernir si es verdad que estas pequeñas delicias son un riesgo o, como afirma la prestigiosa Universidad de Harvard, una fuente de beneficios que deberíamos incluir en nuestra dietaal menos una vez por semana. ¿Por qué?

MARINEROS DURANTE LA DESCARGA DE CAJAS REPLETAS DE SARDINAS EN EL MUELLE DE O BERBES DEL PUERTO DE VIGO CON MOTIVO DE LA ALTA DEMANDA LLEGADA LA NOCHE DE SAN JUAN / SAN XOAN. PESCADO. FLOTA DEL CERCO. SARDIÑAS

MARINEROS DURANTE LA DESCARGA DE CAJAS REPLETAS DE SARDINAS EN EL MUELLE DE SAN XOAN. PESCADO. / MARTA G. BREA

Una alternativa económica y saludable

En el contexto de la dieta mediterránea, que aboga por el consumo de vegetales, legumbres, aceite de oliva virgen, frutas, carnes blancas y rojas frescas, así como pescados de la costa, las sardinas emergen como una opción económica y completa. Esta dieta no solo promueve la salud, sino también el crecimiento y una mayor esperanza de vida.

La opinión de Harvard sobre las sardinas frescas y enlatadas

Composición nutricional: las sardinas son un tesoro de vitaminas A, B y D, además de minerales como calcio, fósforo, potasio, zinc, hierro y magnesio. Estos elementos son esenciales para mantener el equilibrio en nuestro organismo. Las sardinas frescas de las costas españolas gozan de fama mundial siendo un alimento recomendado por nutricionistas y científicos. Además, las sardinas al ser pescados pequeños, no almacenan mercurio como algunas especies más grandes.

Las sardinas en lata son un verdadero tesoro que no deberíamos subestimar. Son sabrosas, versátiles en la cocina y asequibles. Además, son muy saludables y, por lo tanto, altamente recomendables. La editorial de salud de la Universidad de Harvard respaldó estas afirmaciones en un informe de Julie Corliss, la editora ejecutiva, quien elogia los beneficios nutricionales de los pequeños peces y los bivalvos en conserva. Estos productos también contribuyen a la protección del medio ambiente. El profesor Christopher Golden, experto en nutrición y salud planetaria, afirma que reemplazar las fuentes de alimentos terrestres, especialmente la carne roja, con alimentos acuáticos es beneficioso tanto para nuestra salud como para el medio ambiente. Las sardinas en lata y conservadas en AOVE, son una excelente opción para incluir en nuestra dieta debido a su perfil nutricional y su impacto positivo en la sostenibilidad. Pero nos recuerdan que "es importante disfrutarlas con moderación y como parte de una dieta equilibrada".

Beneficios de comer sardinas

Proteínas fortalecedoras: las proteínas de las sardinas fortalecen nuestro organismo.

Reducción del colesterol: consumirlas disminuye el riesgo de ataques al corazón y trombosis.

Prevención de anemia: bajas en calorías y ricas en minerales como calcio, fósforo, potasio, zinc, yodo, hierro y magnesio.

Vitaminas B12 y B6: la B12 combate problemas estomacales, mientras que la B6 reduce la depresión y el asma.

Recetas creativas con sardinas en lata

Desayuno energético

Pan de viena o rebanada tostada.

Aceite de oliva de la lata de sardinas.

Filetes de sardina abiertos sobre el pan.

Rodajas de tomate.

Tostás compartidas

Rebanadas de pan de pueblo de Las Cabezas

Salmorejo cordobés untado.

Lomos de sardinas desmenuzadas.

Aceite de oliva por encima.

Tiras de pimiento morrón.

Ensalada Mediterránea

Pimientos asados y aliñados con AOVE, vinagre de Manzanilla o Jerez y sal.

Lomos de sardinas en lata.

Generosas porciones de huevo duro.

Migas con sardinas en lata

Si eres un amante de las migas, prueba esta variante con sardinitas en aceite de oliva. ¡Una explosión de sabores!

Así que, la próxima vez que abras una lata de sardinas, recuerda que estás disfrutando de un tesoro nutricional respaldado por Harvard. ¡Buen provecho!