Los Mossos d'Esquadra detuvieron a 11 personas como presuntos integrantes de una red ilegal que habría introducido en España a unos 2.000 marroquíes, a los que cobraban entre 6.000 y 9.000 euros. La Policía autonómica informó de que el volumen de la estafa podría superar los 15 millones de euros, entre lo que se habría cobrado a los extranjeros y lo que habrían estafado a Hacienda y a la Seguridad Social, ya que los arrestados habían creado empresas para favorecer el funcionamiento de la banda.
Los integrantes, que operaban en Barberà del Vallès (Barcelona), facilitaban pre-contratos de trabajo a nombre de estos negocios, algunas de ellos inactivos, para conseguir un visado de entrada. A partir de ese momento, algunos inmigrantes trabajaban en las empresas durante unos meses, sin sueldo ni contrato de trabajo ni afiliación a la Seguridad Social. Otros, en cambio, eran dejados a su suerte en Marruecos y debían llegar a España por su cuenta. Con el pre-contrato sí se conseguía posteriormente los permisos preceptivos de residencia y trabajo.
Cuatro en libertad . Además de los 11 detenidos, siete de los cuales han ingresado en prisión y los otros cuatro han quedado en libertad con cargos y con la prohibición de salir de España, la policía catalana realizó registros en cuatro domicilios imputados en la operación policial.
Entre los arrestados, hay dos españoles: Rafael H., de 54 años y vecino de Barcelona, y Jacinto F., de 23 y vecino de Canet de Mar (Barcelona).