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400 jóvenes se quedan sin fiesta de fin de año al anularse su cotillón

Los afectados habían pagado 35 euros por una entrada con barra libre en la discoteca Olimpic. Al parecer, el local no reunía las medidas de seguridad necesarias.

el 02 ene 2014 / 22:17 h.

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Sevilla  Sala Olympic en Juan Antonio Cavestany. 2/2/14 Foto: Manuel R.R.Compuestos y sin cotillón, así es como se quedaron unos 400 jóvenes que habían planificado pasar la noche de fin de año en la sala Olympic, situada en la calle Juan Antonio Cavestany. Los damnificados abonaron previamente 35 euros que les daba derecho a barra libre, pero no pudieron disfrutar de la noche porque cuando llegaron a las puertas del local, a partir de la una de la madruga, hora prevista del inicio del cotillón, encontraron un local cerrado y sin ningún cartel que les informase de lo que estaba sucediendo. Los encargados de explicar que la fiesta de fin de año se había anulado unas horas antes fueron dos agentes de la Policía Local que estaban en las puertas de la sala para evitar su apertura, según informó a este diario una de las jóvenes afectadas. Esta muchacha señaló que cuando llegaron a Olympic se encontraron con el discjockey, que también se había presentado a su puesto de trabajo sin saber que el cotillón se había suspendido. Por ello, indicó la joven damnificada que se dirigió a los policías que le indicaron que la fiesta se había suspendido porque tras una inspección realizada en la mañana del día 31 se había detectado que el local no cumplía con todos los requisitos que exige la ley. Asimismo, criticó que ella y sus amigos intentaron ponerse en contacto con el organizador de la fiesta, pero sin éxito. Por su parte, uno de los intermediarios, que se dedicó a vender entradas, dijo que desconocía si la sala Olympic había alquilado el local al organizador de la fiesta con el que él contactó o si también formaba parte de la organización, “porque cuando he ido a entregar el dinero de las entradas siempre lo he hecho en el local”. Aseguró que él es otro perjudicado y que además, junto a sus otros compañeros que vendieron entradas, tuvo que informar a la gente de la suspensión del cotillón. No obstante, señaló que hasta él han llegado noticias de que los responsables de la sala Olympic y el organizador de la fiesta iban a mantener una reunión para buscar una solución y devolver el importe de las entradas. Según este joven, la sala tenía problemas son la señalización de las salidas de emergencia, un problema que se solucionó. Por su parte, la Unión de Consumidores de Sevilla (UCE) ha recibido varias denuncias de afectados por la suspensión de la fiesta de fin de año de la sala Olympic, que en las entradas se denominaba FDA Universitaria. La UCE, según informó en una nota de prensa, está recabando información e investigando el alcance del caso para actuar en consecuencia, “porque son muchas las personas afectadas”. Ana y Rafael es una de las parejas que se le torció la noche por la anulación del cotillón y que decidió acudir ayer a la UCE para informarse de qué pueden hacer por esta anulación. Ayer acudieron a la sala Olympic para reclamar, pero se encontraron con el local cerrado. Estos jóvenes, si cabe, fueron unos privilegiados, porque el chico que les vendió las entradas le llamó por teléfono para informales de la anulación del cotillón, “se le notaba que estaba muy agobiado”. Por ello, señalaron que las medidas que adopten serán contra los responsables de la organización de la fiesta. Esta pareja sólo pide que se les devuelva el dinero que pagaron por un cotillón que creían “serio”, por realizarse en un bar que conocían.

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