El padre de Rafael Ramírez comenzó a vender quesos en lo que entonces se llamaba una tabla, un puesto efímero dentro del mercado de la calle Feria, eso fue hace nada más y nada menos que la friolera de setenta y cinco años, entonces, en 1937, con el país en plena Guerra Civil. En 1967 Rafael hereda la tabla, donde ejerce su comercio hasta 1983, fecha en la que en el popular mercado se acomete una profunda reforma y desaparecen los puestos efímeros, es entonces cuando Rafael se hace con dos módulos del reformado mercado, que hoy son ocho y forman la magnífica tienda que es Charcutería Ramírez. Rafael es del barrio, siempre vinculado a la Hermandad de la Macarena, de hecho, fue uno de los fundadores de la cuadrilla de hermanos costaleros que van bajo el palio de la Esperanza. En su puesto sigue, al pie del cañón, departiendo con unos y con otros, pues Rafael, hombre franco y simpático, se ve que disfruta moviéndose en el entorno de su negocio.
La tienda de Ramírez da al exterior del mercado por la parte de la calle Feria, nos evoca las tradicionales tiendas de ultramarinos de toda la vida, donde no falta la caja redonda de arenques, la chacinería colgada de los ganchos metálicos o los sacos abiertos de legumbres a granel. Pero aquí hay mucho más, desde la humilde mortadela hasta foie y Champagne francés; conservas vegetales y marineras de alta calidad, fiambres, chacinas y jamones de bellota, al corte y estuchados al vacío, tiene, por cierto, un morcón superior, producto que cada vez se ve menos, ya que los productores están prefiriendo vender en fresco la carne del ibérico que elaborar este producto que, como decimos aquí es de excelente calidad, hay laterio para consumir frío y caliente, como unos mejillones de buen calibre de las Rías Gallegas o hasta una cola de toro, ya que en la barra se pueden tapear casi todos los productos que se exponen en la tienda. Todo lo podemos acompañar con una selecta bodega que nos ofrece desde un muy frío fino Tío Pepe hasta, si queremos irnos por el tinto, un Ardanza o un Muga riojanos, o si tiramos más para Ribera de Duero, un Viña Mayor o un Protos.
Más aún, una variada selección de quesos, bacalao, pastas artesanas italianas, aceites de oliva virgen extra, miel y mermeladas, sería interminable ir detallando las exquisiteces que en el pequeño espacio de la tienda llenan cada rincón del establecimiento.
Citamos el champagne francés, pero también podemos encontrar licores y espirituosos en la tienda, y ya que se acercan las fechas navideñas, citemos un anís de Cazalla, un aguardiente de guindas o un brandy del Condado. Ramírez, además, distribuye en Sevilla los exclusivos productos de la Despensa de Palacio, firma estepeña de primera línea.
Charcutería Ramírez es un motivo, por sí sólo, para acercarnos al Mercado de la Calle Feria, que ya merece una visita de por si, como todos los mercados sevillanos donde, no nos cansaremos de repetirlo, se encuentran productos frescos, de calidad, a buen precio y con un trato familiar, personalizado y profesional. Además del tono vital que le dan a nuestras calles, donde parece que se recupera esa humanismo cercano del que las grandes superficies carecen. Ayudemos a nuestro pequeño comercio y a los productores y agricultores de nuestro entorno.
La ficha
- Propietarios: Rafael Ramírez.
- Dirección: Plaza de Abastos C/ Feria, puesto 21.
- Horario: 00:08 a 15:00 y de 18:00 a 21:00 h.
- Teléfono: 954 38 65 00.
