Según un informe parcial de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), cuatro integrantes de una misma familia, entre ellos dos niños, murieron cuando un alud de tierra cayó sobre su vivienda en la comunidad indígena de Almolonga, a 200 kilómetros al oeste de la capital. Otros cuatro niños corrieron la misma suerte en una aldea del municipio de Santa Catarina Pinula, en la periferia este de la capital. Mientras que cuatro personas más murieron y otras 11 se encuentran desaparecidas, después de que sus humildes residencias fueran arrastradas por la presión de las lluvias en el asentamiento La Cruz, ubicado en un profundo barranco del noroeste de la capital.
Los cuerpos de socorro trabajaban ayer con dificultad debido a la fuerte lluvia que azotaba el país en la búsqueda de las víctimas. El director del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología, Eddy Sánchez, dijo a medios locales que las fuertes lluvias, que se podrían extender durante al menos 36 horas, alcanzarían los 300 milímetros en las zonas de la costa sur y el altiplano del país.
El experto aseguró que si Agatha ingresaba al territorio guatemalteco como depresión tropical, como así ocurrió ayer, "difícilmente" podría convertirse en huracán. "Las lluvias se intensificarán durante la noche y mañana [por hoy]", dijo Sánchez.
En cualquier caso, para hacer frente a la emergencia, el presidente Álvaro Colom anunció la ampliación "a nivel nacional" del "estado de calamidad pública" decretado el pasado jueves sólo para la zona afectada por la erupción del Pacaya. Colom precisó que las lluvias han causado estragos en diversas comunidades de los departamentos de San Marcos, Retalhuleu, Quiché, Chimaltenango y Quetzaltenango, en donde se han registrado derrumbes, hundimientos, casas destruidas, inundaciones y desbordamiento de ríos. Las fuertes lluvias, acompañadas de vientos que superaron los 80 kilómetros por hora, han desbordado decenas de ríos, causado múltiples derrumbes en las carreteras del país que han interrumpido el paso de vehículos y personas, y el colapso de varios puentes. Agatha tocó tierra guatemalteca hacia las 5.30 horas de ayer en la ciudad de Tecún Uman, fronteriza con México .
Mientras tanto, el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, decretó también ayer la alerta roja en todo el país, debido a la tormenta tropical Agatha, que obligó a evacuar a unas 5.000 personas de ese país. "Hemos decidido declarar la alerta roja en todo el territorio nacional", anunció Funes en una conferencia de prensa junto a todos los ministros de su gabinete.
Agregó que la decisión se tomó después de estudiar la situación que se registra en el país, donde las lluvias de esta semana se han visto incrementadas por la tormenta. Funes explicó que la alerta se declaró no porque haya una "una cantidad significativa de fallecidos" en Centroamérica, sino para poner "toda la maquinaria del Estado salvadoreño al servicio de la atención de la emergencia inmediata para poder salvar vidas y evitar más tragedias". Con la declaración de alerta roja se ordenó a todo el Estado, instituciones públicas y privadas, "poner a disposición los recursos que sean necesarios en apoyo a la atención de la emergencia", se declaró a los servidores públicos en "una situación de disposición" y es suspendieron las clases en todo el país.
Según informó el ministro de obras públicas, Gersón Martínez, se han registrado 139 deslizamientos de tierra en todo el país, especialmente en el departamento costero de La Libertad (centro), que de momento no han obligado a cortar el tráfico terrestre.
