Los tiempos revueltos que se viven en el PP tuvieron un nuevo capítulo cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, le pidió explicaciones al presidente fundador del PP, Manuel Fraga, sobre cuáles son los problemas que, según afirmó el senador popular en una entrevista reciente, ha causado ella al partido.
El requerimiento de la presidenta madrileña, que no tuvo respuesta por parte de Manuel Fraga, se produjo durante el acto de inauguración de un monumento a las víctimas del terrorismo en Madrid, al que también asistieron, entre otros, el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, y la teniente de alcalde Ana Botella.
El fundador del PP, Manuel Fraga, aseguró esta semana en una entrevista publicada en Tiempo que "es evidente que Gallardón tiene condiciones excepcionales y no ha creado problemas en ningún momento" y que "no puede decirse lo mismo de la señora Aguirre, que está tan convencida de sus ideas y de su valía que sí que en algún momento ha llevado problemas".
"Ya me contarás qué problemas causo yo para el partido", preguntó Aguirre a Fraga durante el acto en la plaza de la República Dominicana, donde hace 22 años ETA asesinó a 12 guardias civiles. Aguirre, que fue aclamada por los cientos de asistentes al grito de "Esperanza, presidenta", recibió también la alabanza del presidente del Foro de Ermua, Iñaki Ezquerra, que afirmó que ella es "más lehendakari que Juan José Ibarretxe porque es mejor presidenta que él".
A favor y en contra. En su intervención, Ezquerra se refirió a los concejales vascos amenazados "pero irreductibles, que son el gran capital moral del partido, que preside heroicamente María San Gil en mi tierra". La referencia a San Gil contó con el aplauso entusiasmado de los presentes, que no cesaron de gritar: "Mano dura contra ETA" y "No estáis solos", dirigidos a los familiares de las víctimas. En cambio, cuando hizo alusión al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, fue interrumpido por silbidos y gritos de protesta de los asistentes.
Al acto acudieron centenares de personas que portaban banderas de España y carteles en los que se podían leer frases como Zapatero, traidor, deja en paz a la nación o Libertad para los españoles. Además los participantes apoyaron a las víctimas al grito de "Viva España" y "Viva la Guardia Civil".
