El inicio de la gira está cerca, en las dos coordenadas espacio y tiempo: el próximo sábado en Córdoba arranca Paraíso Express, una cita con el perseguidísimo Alejandro Sanz para la que Sevilla tendrá que esperar poco más de un mes: el 10 de junio el Estadio Olímpico será parada obligatoria de este tour con el que el cantante de origen gaditano vuelve a reencontrarse con su público.
El escenario de la Cartuja ha habilitado, hasta el momento, un aforo de 30.000 personas para recibir al autor de Corazón partío, una cifra más que discreta habida cuenta de los números que manejan otras grandes citas internacionales que se avecinan, como es el caso de AC/DC. Los rockeros, que han disparado las ventas de entradas en los últimos días, han obligado a los gestores del Olímpico a disponer, de punto de partida, el aforo máximo del recinto, cifrado en 60.000 personas.
Y eso teniendo en cuenta que no se agote el papel, para lo que la dirección del Estadio ya tiene preparado un plan B. "Aún estamos a tiempo de rediseñar el montaje, se puede retranquear el escenario y ganar entre cuatro y seis mil entradas más", aseguran fuentes del Olímpico.
Sea como fuere, la cifra de Alejandro Sanz "es muy buena", atendiendo a comparaciones de sus mismas giras anteriores, y la venta de entradas "está funcionando muy bien". En concreto, el Estadio Olímpico sitúa, a mes y medio de la celebración del concierto, en cerca de 20.000 los tickets vendidos, toda vez que la promotora encargada de la venta de entradas no ha querido facilitar la información exacta.
Con esta expectación, que se prevé similar en el resto de España, se presentó ayer Alejandro Sanz en Madrid, que mantuvo un encuentro multitudinario con la prensa, en el que comenzó hablando de la piratería. Aseguró Sanz que las descargas ilegales por internet amenazan mucho más los derechos de los artistas que la venta de discos piratas en el llamado top-manta. "El problema es el cambio que estamos viviendo. No puede ser que todo en internet sea gratis: es un mundo paralelo totalmente anárquico. Creo que éste es un momento de transición en la industria que en algún momento tendrá que parar", afirma el cantante.
Sanz empieza el día 1 de mayo en la Plaza de Toros de los Califas, en Córdoba, una gira que le llevará a 26 ciudades españolas y doce norteamericanas -en total, 42 conciertos-, para encarar de nuevo Latinoamérica entre octubre y diciembre. Es la primera vez que se hace un espectáculo musical de estas características en Europa: tres pantallas de lámparas LED a modo de "mallas", describe Sanz, que se superpondrán alrededor del cantante y darán una sensación tridimensional, de manera que "se puede simular movimientos o dar la sensación de que llueve".
Alejandro Sanz se entusiasma cuando habla de los avances de la tecnología, ya sea de los 140 metros cuadrados de pantallas hiperligeras de su espectáculo como cuando se refiere al cambio que ha dado la vida a causa de internet. "Hace quince años no teníamos móvil, y hoy no podemos imaginarnos sin internet". Se declara "enganchado" al Twitter más que al Facebook. "Tengo el mismo vicio que todo el mundo; me cuesta apagar la chocolatina (el móvil)".
